Con bombos y platillos llego a esta #comunidadlatina para compartir con ustedes mi risa sonora que retumba a cuadras de distancia. La gente no comprende cómo este diminuto cuerpo de metro y medio tiene tanta capacidad para reír tan escandalosamente, jajaja. Parezco un gnomo con tres botellas de bebidas espirituosas en el buche, jajaja.

En esta foto estamos mis amigos de infancia Humberto González y Giovanni Cabello, el artista del grupo, quien vive en Caracas y aprovechó las vacaciones para venir a Carúpano. Cada vez que un amigo viene al pueblo nos metemos en la nave del tiempo, entonces jugamos como cuando éramos niños, cantamos, recordamos a nuestras maestras, hablamos de los castigos que recibíamos de parte de nuestros padres, nuestra lista de novias y novios, hasta los "cachos" recibidos y dados. Y aunque todos tenemos entre 49 y 53 años parecemos viejitos de 80 repitiendo siempre las mismas historias y riéndonos como si fuera la primera vez que las escucháramos.

Esta foto salió movida, porque precisamente estábamos jugando:

Periquito, periquito,
se parece a su mamá
por arriba, por debajo,
por delante y por detrás.
Una vieja, seca, seca,
seca, seca, se casó,
con un viejo, seco, seco
seco, seco eran los dos...

Esto para mí es la felicidad. Uno cuando es niño desea crecer rápido y luego pasa toda la vida teniendo un cuerpo de adulto con el corazón y la mente anclados a la infancia. Una ironía de la existencia humana.

Ya estoy próxima a cumplir 50 años, pero sigo pensando y actuando como una niña. No sé si eso se deba a que casi no crecí, jajaja. Pero lo cierto es que me gusta comprar y tener juguetes. Hago lo que me provoca y evito actuar por obligación, amo tener un montón de amigos. No creo en la existencia ni de la maldad ni de la malicia, y aunque a veces la he visto de cerca, creo que es una excepción de la norma.

La mayor felicidad que viví de niña fue cuando el niño Jesús me trajo a Carolina, mi muñeca grande, que hablaba, cantaba y lloraba. A través de ella canalicé mi instinto maternal, tanto es así que decidí no tener hijos, y ella sigue siendo la reina de la casa. Ya va a cumplir 40 años.

_{Mi muñeca Carolina y yo}