Hoy quiero compartir con todos ustedes un tema que quizás parezca extraño, pero que está fundamentado en la preciosa palabra de Dios: hacer el bien a otras personas.
Se supone que el hacer el bien a las personas debería producir un resultado bonito y agradable, sin embargo la humanidad está ligada a la maldad mediante el pecado, que en muchos casos no resulta instantáneamente así.
En mi experiencia de vida he tenido la oportunidad de ayudar a otros en diferentes situaciones y ocasiones, y he tenido la penosa carga de encontrar gente muy mal agradecida y desleales, que terminan haciendo cosas para perjudicar mi reputación e incluso mi familia. Y me he detenido a pensar en ello, ya que las cosas materiales no importan mucho, son recuperables, sin embargo existen elementos más valiosos que ya no se recuperan tales como: el tiempo, nuestros conocimientos y nuestra energías, e indiscutiblemente la confianza que teníamos en esas personas.
Cómo lo mencioné anteriormente el costo material siempre se recupera, pero estos tesoros invaluables, difícilmente regresan, en lo personal he lidiado muchas veces con esta situación y recientemente me encontré un versículo que les comparto y que será mi lema en adelante.
Ahora para invertir en otros, primero lo meteré en el filtro de la escritura. Dice: No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo.
Proverbios 3:27, tristemente en el tiempo que vivimos, estamos viendo el enfriamiento del amor y el aumento de la maldad, y cuando haces el bien a la persona incorrecta generalmente terminará pagando precisamente de manera incorrecta. Entonces cuál es la solución? Dejar de hacer el bien?, eso parece lo lógico, sin embargo si vamos al modelo ideal que es CRISTO, puedo concluir lo siguiente:
Nuestro Señor Jesucristo, hizo mucho bien y el resultado fue la traición, la falta de lealtad y finalmente su muerte, pero vemos que nunca maldijo, antes bien bendijo y continúo haciendo bien aún al ladrón que estuvo a su lado en la cruz, quién fue la primera persona que recibió la salvación por su GRACIA .
No debemos dejarnos contaminar con la naturaleza de maldad, ya que está se alimenta de la venganza y los malos deseos, por el contrario, se debe hacer el bien aún a nuestros enemigos, "si tuviera sed dadle de beber", porque si el mal logra penetrar nuestro corazón, entonces habrá ganado espacios en nuestras vidas.
Creo finalmente que lo que sembramos cosechamos y aún cuando a la persona a la que ayudamos se porte mal, la recompensa vendrá del cielo, y en nuestro caminar Dios colocará nuevas personas que nos bendicen y que llegan a alegrar nuestras vidas, con amor, sinceridad y respeto.
Quise compartir está pequeña reflexión , para decirte que si has pasado una situaciones similar, pues no te detengas de hacer el bien, siempre tendrás recompensas. Los malos los alcanza su maldad siempre.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Gálatas 6:9
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Romanos 12:20-21
Las fotos de mi autoría, unas tomadas con mi teléfono Tecno-pova, en Apure-Venezuela.
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