Ya no hay colores en tu vida; no hay un gris, no hay un negro o blanco, ya no hay matices, simplemente no hay nada. La depresión va más allá de la tristeza muchos pensarán que es estar llorando día a día pero la cruda realidad es que se llega a un punto en el cual el llanto queda en un segundo plano porque ni para llorar encuentras sentido, simplemente estás vacío te conviertes en un disfraz sin nada dentro

Los días van transcurriendo iguales uno tras otro cada día luchar se convierte en un atentado suicida algo tan simple como levantarse es una lucha porque tu cuerpo y tu mente conspiran en tu contra y no tienes el valor de acabar con tu vida pero tampoco de vivirla.

Creo que es el resultado de tantos traumas sin resolver, de tantas tormentas, de una vida que no supe sobrellevar pero sobretodo; de callar, dejar pasar. Lamentablemente es algo con lo cual lidio desde una infancia muy fracturada, una vez dejé que me consumiera y llegué al punto más bajo de mi vida en el cual estuve dos años sin salir ni siquiera a la esquina y cuando pensé que la había superado ella seguía allí resguardada esperándome y con mas fuerzas porque ella sabe de supervivencia ha aprendido el arte del camuflaje sobretodo del silencio sabe apoderarse de ti pasando desapercibida.

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