En casa uno de los primeros valores que me inculcaron fue amar al prójimo tanto como a ti mismo, siendo este el segundo mandamiento de Dios, mi mamá es muy generosa y amorosa y por lo tanto siempre ví reflejado en ella este valor, que también lo aplicó yo con los míos, y con las personas que siempre buscan en mi una ayuda, un consuelo o simplemente yo veo que la están pasando mal.

Hace como 1 mes aproximadamente ayude a alguien que no es de mi entorno, fue a la hija del señor que me ayuda a limpiar el jardín, ellos son muy humildes y tienen necesidades económicas, la muchacha dió a luz y no tenía pañales, ni tampoco casi ropita para su bebé, me enteré de esto por los vecinos y me dió muchísima tristeza por el bebé y con ella misma, ya que el señor que me ayuda con las labores del jardín, es un señor respetuoso y un buen ser humano, que merece muchos gestos de amor, aunque yo no conocía a su hija igual la ayude con ropita que tenía intacta y guardada de mi hijo pequeño, también le regale pañales para que solventara en el hospital, ver a una persona pasando necesidades es muy triste y mucho más cuando se trata de niños.

Hay una persona en especial que siempre recuerdo, y es la señora Rosa, ella fue una señora que me alquilo un cuarto en su casa en mi vida de estudiante universitaria, vivía sola en una casa grande de 5 cuartos, era mayor como de 70 años, pero siempre estaba sola y tenia 5 hijos, todos estaban residenciados en la misma ciudad pero muy poco la visitaban, incluso hasta días importantes como navidad o un día de las madres por ejemplo la pasaba sola, ellos la visitaban esporádicamente, todos sus hijos tenían educación incluso los 5 son profesionales y siempre me preguntaba porque eran así con ella.