Gracias a Dios de manera intermitente llega pescado a nuestro hogar (gratis), eso solo es obra de Dios, ellos son un instrumento de Él para proveer alimento a mi familia. Ahora bien, a mi no me gusta el olor y el sabor fuerte del pescado que generalmente nos mandan, ese pescado se llama jurel, es un pez azul, rico en omega 3, minerales, con decirles que según la lectura que hice sobre este pescado, este posee UN PERFIL LIPÍDICO CARDIOSALUDABLE, o sea, que es super mega alimenticio.

Bueno, hace unos días mi mamá me dice, «LO QUE QUEDA EN EL CONGELADOR (freezzer) DE LA NEVERA SON UNA RUEDAS DE JUREL», ella sabe que no me gusta, y mi respuesta inmediata fue, «GRACIAS A DIOS POR ESE JUREL QUE TENEMOS, ESE NOS LO MANDÓ DIOS Y DEBEMOS SER AGRADECIDAS POR ESE REGALO». Y ese día almorzamos rueda de jurel con una fresca ensalada de tomate, cebolla y cilantro, además de un rico arroz. Algo de lo que estoy segura que el AGRADECIMIENTO trae bendición, UN CORAZÓN AGRADECIDO atrae el favor y la gracia de Dios a nuestras vidas, pero aclaro, no aparentar ser agradecido, no es así, como les expliqué al inicio de esta publicación, con la motivación correcta y de manera sincera y genuina.

Hoy nos avisaron que este viernes nos mandaran pescado, gracias a Dios por esta provisión.

Actualmente en la empresa donde trabajo, todos estamos laborando desde casa, ayer mi jefe me pidió que fuera a la oficina para realizar un trabajo que era necesario estar presente. Hice lo que se me solicitó y como siempre tengo presente en mi corazón DAR LA MILLA EXTRA, hice otras cosas que no me correspondían (ojo, como les dije, con la motivación correcta y de manera sincera y genuina), adivinen que me pasó… al final de la tarde, la esposa de mi jefe me escribió un mensaje de whatsApp donde me decía, para que mañana (o sea hoy) fuese a la oficina porque me había dejado un pequeño presente (dos paquetes de harina de maíz y un cartón de huevo), cuando ella me cuenta eso, mi respuesta fue primeramente darle la gloria a Dios y luego las gracias a ella por su generosidad. En este caso, ella fue otro instrumento o herramienta de Dios para El suplir nuestras necesidades.

Les he contado estos cercanos dos testimonios de mi vida, donde hemos visto el favor de Dios en nuestro hogar, mi relación con El me ha permitido diluir los temores, esto únicamente lo puedo mantener con la lectura de la palabra, guardándola en mi corazón y poniéndola por obra en mi vida (ojo no soy una fanática religiosa) solo creo en Dios y me gusta leer Su palabra. Imagino que ustedes se estarán preguntando, ¿y Dios que tiene que ver con tener un corazón agradecido y su situación económica? .

Mi actitud de tratar de tener siempre UN CORAZÓN AGRADECIDO, es generada por creer y aferrarme a las promesas de Dios Padre y de entender que soy Hija de Dios, esto crea en mi muchos más momentos de paz que de incertidumbre y temor, no les puedo negar que tengo momentos donde mi confianza decae, pero una voz salta en mí y me recuerda cada promesa que El tiene para mí y los míos, ejemplo de ellas son:

Salmos 34:10 − Hasta los fuertes leoncillos a veces padecen hambre; pero los que reverenciamos al Señor jamás careceremos de bien alguno.

Vean que Dios utiliza la palabra JAMAS, eso significa que NUNCA, careceremos de bien alguno.

Filipenses 4:19 − Por eso, mi Dios les dará todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.

Acá la palabra me dice que Dios nos dará TODO lo que necesitemos, no hace distinción de cosas, sino que dice TODO,
¿Ven de donde proviene y porque tengo un corazón agradecido?.