Había una vez un niño llamado Rodrigo, era un niño muy inteligente, hábil, con mucha carisma pero tenía un gran defecto era mentiroso.

Todas las personas que conocían a Rodrigo inmediatamente lo querían, tenía una gran habilidad para hacer reír a todos a su alrededor.

A pesar de su corta edad y pequeño tamaño lo podías encontrar en cualquier lugar, todos los vecinos lo saludaban y se reían de sus ocurrencias... Pues siempre que le hacían una pregunta, respondía con una mentira graciosa.

Pero en su casa sus papás estaban cansados de sus mentiras y de sus escapadas, por eso invitaron a casa a un viejo sabía pará que con sus consejos y orientaciones pudiera Rodrigo cambiar.

Así pues que cuando Rodrigo llegó a casa se encontró a su familia con el sabio y hablaron largo rato, la madre de Rodrigo ofreció galletas para todos los presentes, galletas que el sabio llevo como presente.

El señor quedó encantado con Rodrigo quien con su carisma y personalidad logro encariñar al sabio... Aunque el sabio sabía bien que Rodrigo le había dicho muchas mentiras, aunque Rodrigo juraba que solo hablaba con la verdad.

Pasaron un buen momento familiar con el sabio... Quien antes de marcharse le dijo a los presentes que las galletas que habían comido eran mágicas, que si alguien decía una mentira de ahora en adelante su cuerpo se iba a transformar.

Toda la familia quedó impactada porque todos en algún momento decían una que otra mentirita, pero como decir la verdad es lo mejor que puede pasar aceptaron de mejor manera lo que había hecho el sabio.

El más afectado era Rodrigo quien tenía la costumbre de mentir, pero por temor a las consecuencias decidió dejar de hablar y de vagar.

Cierto día Rodrigo decidió salir a pasear, salir a caminar, pero se prometió no decir mentiras pero cuando los vecinos lo vieron comenzaron a preguntarle cómo estaba, que a dónde se había ido, que tenían tiempo sin saber de él... Rodrigo no pudo evitar comenzar a mentir.

A algunos vecinos les dijo que fue a Jerusalén, a otros que fue a una batalla, a otros que fue a la playa e incluso que cruzó el Darien.

A otros les mintió diciendo que fue testigo de una pelea cuerpo a cuerpo de un señor con un caiman y que por eso, no podía salir porque el caimán lo estaba buscando ahora a él... Todos solo reían de sus ocurrencias y él al ver que no le pasaba nada se sintió feliz y confiado.

En su casa, sus padres estaban preocupados porque Rodrigo otra vez estaba vagando en la calle y cuando llegó muy tarde, llegó contando todas sus supuestas aventuras y todas las mentiras que dijo y que el sabio era un mentiroso.

Se sentó justo en el mueble donde se comió la galleta mágica el día que estaba el sabia en casa y justo en ese momento que se sentó, la casa de lleno de humo y zasss!!

El cuerpo de Rodrigo cambio!!!

Ahora era un oso de peluche enorme, lindo, tierno pero que no se podía mover y no podía hablar... Rodrigo lloraba y gritaba pero nadie lo escuchaba, por más que intentaba no podía moverse.

Su familia quedó impresionada, cargaron con cuidado a Rodrigo y salieron corriendo en busca del Sabio, quien al ver el oso de peluche inmediatamente entendió que Rodrigo había vuelto a mentir.

Le pidió a sus padres que buscarán el fruto de la verdad en el campo, el cual se los describió como una fruta grande, amarilla, un poco redonda, de piel lisa y brillante... Tenían que hacer que Rodrigo la comiera.

Sus padres buscaron incansables esa fruta de la verdad por todo el campo, hasta que cayendo la noche en un alto árbol la encontraron.

Ahora no sabían cómo hacer para que Rodrigo que ahora era un oso de peluche se comiera la fruta de la verdad, aún así se fueron en busca de su hijo quien con solo tener cerca la fruta de la verdad comenzó a cambiar, Rodrigo se comió la fruta con avidez.

Al terminar de comer la fruta de la verdad su cuerpo volvió hacer el de antes, volvió a ser un niño... Solo que esta vez aprendió su lección, se juró que jamás volvería a mentir, le pidió perdón a sus padres por hacerlos sufrir y desde ese día Rodrigo no volvió a mentir.

Sus vecinos, familiares y amigos ahora lo querían más, porque vieron en Rodrigo el niño brillante, inteligente y sincero que ahora es... Un persona digna de confiar.

Con esta publicación me uno al SEC-S18-W1: Cuenta una Historia con tu cámara auspiciado por "Steem Venezuela"

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Nota: Portada con fotografía personal tomada con mi teléfono celular BLU G60 y editada en app Inshot.

Las fotografías utilizadas en está publicación son de mi galería personal, tomadas con mis teléfonos Blu G60 y Redmi 13C

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