Nunca es tarde para empezar de nuevo.

Todos de una forma u otra en algún momento de la vida comenzamos de nuevo, en oportunidades el revés es más fuerte en otras menos. Desde muy niña aprendí esta lección, mis padres se separaron cuando tenía 6 años de manera que tuve que sobreponerme a la ruptura familiar y recomenzar una familia “disfuncional” con todas las consecuencias que eso trae y hacer de lo que teníamos lo mejor posible dentro del amor fraternal que compartíamos. Aprendí que la adaptación es importante sin ser conformistas nunca, debía vivir con lo que tenia de la mejor forma posible para poder llevarlo.

No han sido muchos momentos de mi existir, afortunadamente, sin embargo quizás el más “difícil” es el actual, mi vida y la de mi familia cambió de un día para otro, nuestro único hijo se despertó afectado por una alteración dificultosa y discapacitante. El dolor aleja a familia y amigos, el cambio económico, las necesidades, la rutina de la casa es otra, prácticamente comenzamos de cero a diario, nos levantamos de caer en profundas tristezas y continuamos en la búsqueda. Suelo repetirme aquél viejo poema: “voy a empezar de nuevo, cada día cambiando el color de las cosas cuando hagan daño, a la esperanza la arrullaré para que no se vaya”

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Empezar trae una nueva oportunidad. Incluye dejar atrás en lo que he fracasado y en lo que me han fallado. Entonces es cuando, no obstante el dolor, se debe colocar la vista al frente y continuar. Hay asuntos que quisiera no tener que cavilar, medidas que preferiría no tomar. En muchas ocasiones me siento cargada y sin fuerzas para continuar la ruta. Mi deber en medio de esto es reconocer que aun frente a las circunstancias adversas hay una gran oportunidad para crecer, evaluar mi vida sacar de ella todo lo que ya no quiero que esté. Cuando tu vida se derriba a tu alrededor y te ves en la obligación de volver a iniciar, es necesario que evalúes qué conservas aún, y qué has perdido… para volver a levantarlo y comenzar de nuevo.

@genomil @cruzamilcar63 @yancar