Lagrimas sin Memorias- pintura y relato

En una helada noche a inicios de diciembre el sobresalto del silencio era amo y señor de todo, un silencio que se paseaba por todo el bosque, un silencio que cubría y lo envolvía todo con sus manos frías y temblorosas, algo inusual y hasta casi de presagio; a pesar de que el pueblo más cercano estaba a casi una hora en burro no sería de sorprender el sonido de algún insecto o de algún animalito nocturno, pero no se escuchaba nada salvo un chirrido persistente y repetitivo como si de algún reloj se tratase, un sonido de dos maderas frotándose o golpeándose… una silla de mecer era la culpable de aquel tan agudo sonido, una mujer se mecía en aquella silla e iba y venía una y otra vez pero no con calma sino más bien con intranquilidad.

En lo profundo de un denso bosque, en donde se esconde lo impensado y surgen las dudas, allí una pequeña cabaña habita, construida de madera muy vieja y quebradiza, cualquiera diría que estaría a punto de caerse, en esa cabaña se mece en su silla una mujer cuya edad rondaría los 50, sin embargo, la vida dura del bosque había hecho mella en su rostro dotándola de una expresión dura y fuerte como aquellos árboles que al pasar los años su corteza se vuelve áspera y endurece por los choces con el agua, el viento y el sol, el nombre de aquella mujer, su nombre o como ella lo decía su caprichio era “Emilia”.

Ese día Emilia había salido de la cabaña temprano como siempre, ya que allí los días son cortos y las noches largas debía aprovechar la primera luz del sol, armada con un viejo rifle, un machete, dos cuchillos y una mochila ella salió a cazar porque su provisión de comida se agotaba, con su mente afilada al igual que sus cuchillos estaba en busca de una buena presa lo que por lo general siempre era algún tipo ave, como las gallinas salvajes que pululan el bosque y si tenía suerte algún jabalí de montaña que la abastecería por muchos días, Emilia siempre acostumbraba a dejar trampas y a revisarlas a las horas o los días siguientes, siempre las contaba y sabía exactamente donde estaban y sin embargo y a pesar de sus muchas precauciones en una de sus caminatas sin darse cuenta fue presa de una de sus propias trampas, era una trampa de osos sin dudas, una trampa que particularmente ella la usaba para otro animal más esquivo y peligroso; lo primero que sintió fue un dolor agudo y punzante que la tiro al suelo, sin dudas ya se había quebrado la pierna pensó, ante el dolor soltó un grito y ante el grito frunció el ceño, apretó los dientes y se calmó, una pierna rota? Eso no es más que gajes del oficio para ella, como pudo se libró de la trampa y con unos trapos de su mochila y unas ramas improviso un vendaje, y se retiró en camino a su cabaña.

Al pasar las horas y entrar en la oscuridad de la noche Emilia ya en su rostro se notaba preocupada como también ansiosa y la razón era nada más que hace más de una hora había mandado a su única familia, su sangre y lo único que le quedaba, su nieta, a buscar a un médico al pueblo, un médico para que tratase su pierna fracturada, era un viaje que su nieta de 10 años y medio a pesar de su corta edad ya había hecho muchas veces pero ya debía de haber regresado ¿Por qué no ha regresado?, la incertidumbre es como un animalito que pica y pica y empieza a arder, al cabo de un rato un pensamiento cruzo su mente “¿y si le paso algo?” y en un instante se paró porque enfrentándose al insoportable dolor de su pierna estaba el miedo a lo que pudiera pasarle a “Verdi” y sin dudar tomo sus armas y su mochila y camino al oscuro bosque.

NOTA DEL AUTOR
curiosamente no tenía planeado escribir nada solo esperaba subir la pintura que hice, pero observándola me pareció genial darle una historia, darle vida a esta mujer con mis palabras que aun mi escritura siendo amateur para mi cobraría sentido darle su propio relato y por si se preguntan la escribí hoy 3 de diciembre a las 2 AM así que si hay algún error gramatical (que seguramente son cientos y cientos) culpare a la falta de sueño.

Personajes:

EMILIA
mujer de alrededor 50 años, armada con muchas armas, una mujer peligrosa sin duda sin embargo a pesar de su tosco exterior es alguien realmente amable.
Peso: 65 kg
Altura: 1.70 cm
Habilidad de supervivencia: alta

VERDI
Nieta de Emilia de alrededor 10 años…
Peso:???
Altura: 110 cm
Habilidad: montar

Todas las imágenes y escritos usados en esta publicación son exclusivamente de mi autoría.

Y con esto termina mi post espero sinceramente que les haya gustado y de ser así coméntenme que les pareció la historia y como creen que continuara, chao hasta la próxima.!!!