Mi 2024 hasta ahora.

Mi 2024 hasta ahora

Un año que ha sido de bendiciones, de muchos esfuerzos, pero que han permitido alcanzar metas y ver a mis hijos obtener muchos logros.

_{Un año para agradecer}

Este 2024 ha sido bueno, no perfecto, pero si de aprendizajes, de muchas enseñanzas que se han vuelto recuerdos que no serán olvidados; esperando cerrar el año al lado de mis seres amados y comenzar un 2025 con alegría, entusiasmo y esperanzas.

Experiencias vividas

El primer mes del año fue un cambio para toda la familia, mi bebé que en ese momento solo tenía 10 meses de nacido comenzó con sus sesiones de fisioterapias, un mes ante fue diagnosticado con encefalopatia estatica y retardo psicomotor.

_{Sala de espera de Fundanes}

Recuerdo llegar a la fundación, a ese lugar desconocido con ansiedad, expectativas y miedos, entregar a mi pequeño a una extraña y quedarme en la sala era una escena que robaba lágrimas de mis ojos, adpatarme a esperar una hora tres veces a la semana sin poder hacer más nada que esperar y observar por las cámaras sus sesiones, pero sus llantos se intensificaban por el no tenerme cerca y por las nuevas vivencias.

Fuimos superando lo nuevo y haciendo de Fundanes nuestro hogar, sintiendonos más cómodos porque era necesario la continuidad por orden de la neuróloga; pero no dejaba de ser madre de mi hijo mayor, que era parte esencial en el proceso de su hermano.

_{Mis hijos, quiénes me hacen mejor persona}

Julio fue un mes de celebraciones, al ver a Ronniel dar sus primeros pasos, para luego caminar, aún con su déficit motor, pero se habían superado algunas metas.

Un nuevo año escolar arrancó y luego de dos años sin laborar, debido que tenía un permiso legal por cuidados maternos, regrese a mi cargo como docente de cultura, con muchas cosas pasando por mi mente, el apego con mi segundo hijo, la preocupación por sus cuidados mientras estuviera trabajando y más.

_{Apoyando a mi hijo em su proyecto}

Pero Dios dio respuesta a las oraciones; supere mi temor a no sentirme cómoda trabajando, pero encontré un espacio para mi, para salir de la rutina de ama de casa, sin dejar a un lado a mi familia y organizando mi tiempo para cumplir con todo.

Pérdidas inevitables

Varíos familiares emprendieron su viaje al cielo, de forma inesperada y dejando un vacío enorme, otros golpes para mi corazón; una vez más la vida me decía que el tiempo se aprovecha, que los rencores no nos pueden alejar de quiénes amamos, la vida es hoy.

Pero nunca olvidare a Andys Nell, un hermano que la vida me dio, que se fue a otro País tomando riesgos y haciendo sacrificios, pero su corazón no pudo soportar la soledad; tio Jorge, un hombre amoroso, respetuoso, viajero y aventurero, el Santa Claus de la familia, con tanto para dar, pero su dolor era inevitable y su vida se apago.

Tia Silvia, una mujer que crio a sus hijos con amor, pero que no fue egoista con sus sentimientos, porque siempre nos recibio con alegría.

Lo aprendido en el proceso

Aprendí a ser más fuerte, a establecer prioridades y no dejarme vencer, que hay días malos, pero no son eternos, que se vale caerse pero hay que levantarse y continuar con aún más fuerzas.

_{Todo lo vivido suma experiencias}

Este año me demostró que no estoy sola, conte con muchas personas, que estuvieron alli para apoyarme y colaborar con las fisioterapias de mi hijo, que no hay más distancia que la indiferencia ante lo que otros viven.

Invito a participar a @pandora2010, @ciru2014 y @jotase.

_{Cada una de las fotografías fueron capturadas con mi dispositivo móvil SamsungA15.}