Hola Stemians!

Realmente mucho ha sido el tiempo que tengo sin escribir por aquí, por razones varias, una de ella ha sido la falta de inspiración para escribir, sin embargo, un día cualquiera, en el escritorio de mi puesto de trabajo, de repente comencé a pensar que las historia que creo dentro de actividades laborales pueden generar algún tipo de interés para las personas que hacemos vida en esta plataforma, ya que además de lidia con los sucesos notificaciones del día a día, también me tropiezo en el camino con noticias bastante interesantes, la mayoría de ellas ligadas con la cultura, otras de curiosidades, medio ambiente, tecnología, sociedad, en fin, temas de cultura general que seguramente pocas personas conocen y que mejor vitrina que esta para dar a conocer esta información.

En esta primera entrega, les voy a compartir una historia bastante curiosa sobre un escultor que convierte armas en instrumentos musicales

Nikola Macura, es un artista y escultor serbio que recorre cada día un viejo campo de batalla donde se protagonizó la guerra de los años 1990 que desapareció la antigua Yugoslavia. Alli busca viejas armas con potencial sonoro que les serán útiles para la fabricación de instrumentos musicales.

Su ingenio le ha permitido convertir una bazuca y un contenedor de gas en un violonchelo, un fusil y un casco del ejercito yugoslavo en una guitarra y con un cargador de fusil automático y un botiquín de emergencia logró construir un violín.

Su ejemplo de resiliencia, queda marcado por el deseo infinito de convertir la destrucción en música como el mismo lo dice.

Pero su ambición no queda allí... ya que la transformación no ocurre solo en las armas, sino que además Macura, también ha entrenado a veteranos de guerra en excelentes músicos que tocas los instrumentos fabricados por él, y con los que pretende formar un orquesta sinfónica.

¿Te parece increíble? aún hay más, este artista que también es profesor en la Academia Arte d Novid Sad, trabaja en su próximo desafió, que es, la construcción de un instrumento de percusión para cinco músicos y pintarlo de rosa.

¿Imposible?