El ser humano está compuesto de una dualidad, al igual que el universo. Todos estamos compuestos por dos energías las cuales son la energía femenina y la masculina (seas hombre o mujer). Muchas personas se encuentran en desequilibrio de sus dos energías y hoy los quiero hablar un poco más de ambas energías.

La energía femenina se trata de lo más sublime, creativo, receptivo, espiritual, el recibir. La energía femenina es el respeto por nuestro placer, la búsqueda de lo que nos motiva y hace bien, la autogestión de nuestra vocación, el sentirnos cómodas en la abundancia y en la recepción, sin por eso ser pasiva o inactiva.

La energía masculina se caracteriza más por la acción, el hacer, dar, motivar. Las mujeres que se encuentran en más sintonía con esta energía se caracterizan por ser auto suficientes, mujeres que les gusta hacer todos solas, les gusta dar pero muchas veces les cuenta recibir.

Ambas energías son necesarias en la vida, no podemos rechazar una y solo practicar la otra, y me he fijado que muchas de las mujeres hoy en día no están en conexión con su energía femenina, ya que buscan siempre "poder con todo" y no se permiten el descanso o el expresar sus sentimientos ya que ven eso como una forma de mostrar debilidad.

El sentir no es debilidad, podemos ser mujeres con mucho por hacer y que decir mo quiere decir que nos debamos privar de ser femeninas. Investigando sobre este teme leí una frase que adoré y me dejó pensando.

Debemos comenzar a escucharnos, a nuestro cuerpo. Darnos tiempo para descansar, aprender a recibir ayuda, dejar esa idea de "puedo con todo" y aprender a canalizar el "la ayuda me vendría bien". Querida mujer, eres fantastica, eres magia, eres amor, eres intuición. No apagues tu lado más sensible por el temor de ser débil, podemos ser sensibles y a la vez ser fuertes.

Te invito a investigar más a fondo sobre este tema que te prometo te hará bien.