Hola mi querido diario es grato saludarte y narrarte un día que me dio mucha felicidad porque al ver niños emocionados, riéndose, alegres, recreándose esto me llena el alma, corazón de paz. Amor y que yo colabore para su felicidad. Organizamos un paseo a la piscina, gracias a Dios todo salió muy bien.
Hoy me levanté, más temprano a las 5:00 am, le encomendé a mi Dios todas las cosas de este día, sobre todo la protección ya que es delicado salir con más de 30 niños a una piscina, entonces, “Dios toma el control de todo” quedamos de reunirnos en la casa de mi compañera Antonieta la otra maestra del grado y varios representantes para llegar al sitio donde estaba la piscina.
Los niños gozaron un montón, disfrutaron de este día, que fue distinto, un lugar muy campestre, lleno de árboles frutales el cual comieron, creo que todos salieron del agua cuando se les dijo para comer del resto estaban en la piscina disfrutando al máximo con mucha alegría, risas.
Luego almorzamos todos juntos, donde se colabora el uno. Verdaderamente mi estimado diario estos niños se alegraron, se divirtieron. Aunque yo quede súper cansada, el sol me agota pero satisfecha de haber organizado este paseo donde todos estos niños se alegraron y son felices, saltaron, corrieron, respiraron aire pura, pasaron un día diferente.
En la noche en mi casa descansada tome la computadora para escribir y organizar mis ideas, no olvidare esta experiencia porque son las que llenan de alegría tu alma al ver un niño reír, ser feliz, eso me da satisfacción como maestra y como ser humano. Cuesta lo que te hace feliz pero vale la pena pagarlo y volver a ver esas sonrisas en sus labios, unas caritas de felicidad que no tienen precio con nada. Gracias mi querido diario por leerme, hasta una nueva oportunidad.