Desde sus inicio la vida ha sido una constante variación de clases, formas, maneras y visión, recordando siempre que todos somos un ser diferente y con características propias donde lo más importante es resaltar que todos somos distintos.
En esta ocasión nos unimos a quienes son conocidos como los más felices del mundo, por su buena actitud y un sinfín de habilidades que los representan; en uno de cada 700 nacimientos se presenta el Síndrome de Down, un indicador que convoca al apoyo y participación para fomentar la inclusión, dignificación y conciencia pública hacia las personas con esta condición espacial.
Hay que destacar que la población con Síndrome Down al igual que todas las personas con discapacidad o necesidades especiales, son ciudadanos; según el artículo 81, de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece, “el derecho al ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y de sus integración familiar y comunitaria. Por otra parte el estado, con participación solidaria de las familias y la sociedad, les garantizara el respeto y su dignidad humana, la equiparación de oportunidades, condiciones laborales satisfactorias. Sin dejar atrás, la gran enseñanza de vida que estos gratificantes seres aportan a nuestra sociedad, con su optimismo y superación que día a día le generan a sus vidas.
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