Si tomate un puñado de tierra y lo soplará, todo lo que conseguiría de ello sería que mi cara se ensuciase. Pero cuando Dios lo hizo, obtuvo un ser humano vivo y respirando capaz de pensar, sentir, soñar, amar, reproducirse y vivir para siempre.
Cuando yo soy uno de esos humanos uso expresiones tales como que (se me carta la respiración ). (que contento el aliento) o que es mejor no gastar aire.
Pero eso solo son expresiones idiomáticas del lenguaje. Me es imposible no gastar aire o guardarlo para usarlo después, si no uso el aire que tengo ahora, lo perderé y pueda que incluso pierda la consciencia.
Cuando Dios soplo aliento de vida en Adán, le dió más que vida; le dió una razón para vivir ¡Adorar! Tal como lo dijo el salmista: > todo lo que respire alabe a Jehová (salmo 150:6) <
Esto significa que desperdiciamos nuestro aire cuando lo usamos para algo que no honra a aquel en quien (vivimos y nos movemos y somos )
Aunque no podemos soplarle vida a un puñado de tierra, podemos usar nuestro aliento para pronunciar palabras de consuelo, cantar cántico de alabanza y correr a ayudar a los enfermos y a los oprimidos. Cuando usamos nuestro alienta para honrar a nuestro creador con nuestro combinación única de talentos, habilidades y oportunidades. Jamás despreciarnos nuestro aire…
Todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a Jesús.