El viernes 21 de febrero se llevó a cabo la firma del libro de graduación de mi hija menor, lo cual nos llenó de alegría y felicidad. El éxito de los hijos es como una corona para los padres y vivimos momentos muy felices ese día, que en este domingo de escritura les comparto a través de este humilde poema, los momentos de felicidad vividos.
Mi agradecimiento a Dios por este logro tan especial de mi hija menor que la convierte en una profesional más de la República.

Mi agradecimiento a Dios por ti.
Allí estabas tú, desbordante de alegría
te sentías prisionera de la emoción
y tus ojos se desbordaban de lágrimas de alegría.
Tu esfuerzo y dedicación se cristalizaban.
Ayer eras mi niña en mis brazos
y hoy la adolescente que se convierte en profesional.
Lloramos juntos de alegría
y verte firmar tu libro de graduación fue maravilloso.
Mis ojos coqueteaban con lágrimas
y tus ojos luchaban con los tuyos.
Ayer te vi firmar el libro ceremonial
Ayer mi corazón saltaba de alegría
Todo era como un sueño.
La adolescente que se esforzaba por estudiar.
Sí, la misma adolescente que llevé en su transporte
la misma que ahora con alegría se convierte en profesional.
Lloré como lloran los niños
y me alegré por ti de una manera especial.
La dulce niña de mis ojos
la misma niña que estaba en mis brazos
ahora, se convierte en una joven profesional.
La vi tan feliz dando su discurso
La vi disfrutando su momento especial.
Todo ha sido alegría
Todo ha sido un canto de felicidad.
La mirábamos y llorábamos
En la familia la veíamos triunfar feliz.
Allí estaba desbordando ternura
y allí la vimos firmando su libro.
Todo era un ambiente de fiesta
y allí sus compañeros de clase
Allí sus amigos de tanto esfuerzo
Allí se coronaron de victoria y profesión.
Mi hija, que ayer era niña
Mi hija, hoy adolescente profesional.
Río, canto y lloro
Río, celebro en amor.
La felicidad me embriaga de tanta alegría.
Allí mi bella hija firmando para ser profesional.

Tanta es mi alegría
y tanta mi felicidad.
Mi corazón salta con la pluma de un poeta
y me inspiro en la historia que comienza.
La nueva página de mi hija profesional.
Me alegro y no dejo de repetirla
La canción de la vida es el éxito de los hijos.
Repito, canto y río
Lloro y celebro la victoria de mis hijos.
Mi agradecimiento a Dios por este logro.

Hola amigo lindo poema de felicidad, dedicado a su hija por su graduación, un gran orgullo para un gran padre.
Los avances de nuestros hijos, son nuestra recompensas.
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Así es amiga, el progreso de nuestros hijos es nuestra recompensa. Gracias por tu importante visita y tus motivadores comentarios, que considero muy alentadores en este momento de alegría que he podido compartir con mi hija menor por su graduación universitaria.
Feliz tarde.
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