Hola saludos a toda la comunidad de @steemvenezuela en este lunes de escritura elabore con mucho afecto para todos un cuento que relata una historia cuya moraleja espero que les agrade.
Cuenta la historia que Clerio navegaba en su velero viendo el cielo de la medianoche, recostado luego de un día entero de disfrutar de aguas calmadas de aquellos mares, observaba la luna entretenido pues nunca se había fijado en su hermoso brillo y pensó lo bonito que sería compartir esa esplendorosa imagen y momento con la persona ideal a su lado, estaba profundamente concentrado pensando en instantes que no había vivido.
Sin darse cuenta el tiempo empezó a cambiar hasta convertirse en una tormenta como si de repente había traspasado una frontera desconocida, sentía el golpeteo de las olas y la fuerza del viento lo condujo a una inevitable colisión de su velero contra unas rocas.
Luego de momentos de confusión se encontraba sobre la arena con una figura humana con el oído pegado a su pecho. Clerio tomo su mano y al definir su rostro era una mujer quien lo socorría, impactado con su bella presencia de esta bella chica se le vino a la mente el recuerdo de la luna antes contemplada y no tardo a preguntarle ¿quién eres?
Ella responde: Soy Claudia tengo toda la vida aquí Clerio. En esta isla iluminada con la luna perpetua, como puedes ver todo aquí es visible solo por su brillo nuestro alrededor es de grises y plateados.
Clerio continua preguntando: ¿Como sabes mi nombre? Y nunca has visto los colores de la vida y sus paisajes.
Claudia: Se mucho sobre ti, cuando coloque mi oído en tu pecho para ver si respirabas pude percibir un gran vacío acumulado de años de soledad y nunca te distes cuenta que estuve tu lado y yo si es verdad ni siquiera conozco los colores verdaderos, el mar solo lo escucho por sus olas y veo el brillo de la luna reflejarse en el.
Clerio: yo también creo que te conozco de toda la vida y que hemos vivido muchas historias juntos y te puedo decir que solo necesite que la luna te iluminara para ver tu hermoso rostro y sabes que te llevare a conocer el sol me devolveré junto contigo por el camino donde vine para mostrarte el verdadero color del mar.
Clerio la toma de la cintura y le dice: Pero solo quiero que me responda una última pregunta.
¿Cómo llegaste a este lugar?
Claudia responde: Estoy aquí desde que empezó tu sueño.
Clerio con la respuesta queda algo inquieto y extraño de la respuesta, termina por despertarse, se da cuenta que se trataba de un sueño y se ríe de la experiencia soñada pero no vivida.
Siempre esperamos que el amor brille por luz propia, pero también es necesario dejarse iluminar como la luna de Claudia.