Tengo en mi casa una planta de limón francés. Su nombre científico es Citrus limón. No es una variedad de limón tan común. Acá en Venezuela, en pleno ambiente tropical, lo que predomina es el limón criollo, cuyos frutos son normalmente pequeños y son muy ácidos de sabor. Pero en el caso del limón francés, el tamaño de la fruta es muchas veces el de una naranja y su forma algo irregular presenta una pequeña protuberancia que nos hace recordar al seno femenino. Y en cuanto al sabor se podría decir que el jugo de la fruta viene ya con un poco de azúcar.

Lo particular de mi mata de limón ha sido la muy larga espera para verle los frutos, pues se tardó cosa de 10 años para producir por primera vez tan solo cinco limones. He consultado con personas conocedoras del asunto y me han dicho que los limoneros dan sus frutos en periodos de cinco a seis años. Claro, me imagino que eso ocurre en condiciones óptimas de suelo, humedad e iluminación. Y confieso que no he sido tan fiel cuidador de mi planta, pero sin embargo he procurado que se mantenga bien, suavizando las temperaturas en torno a mi casa y sirviendo de sitio de reunión a decenas de pajarillos.

Durante la pandemia del covid-19 el consumo del jugo de limón se disparó a la enésima potencia, debido a que es un medicamento natural que incrementa las defensas del organismo. En consecuencia, dicho fruta aumentó drásticamente de precio. Hay quienes exageran afirmando que el limón "cura casi todo". Lo más típico es que el jugo se tome en forma de refresco, tal como ocurre con el popular papelón con limón. Como medicamento casero, se consume caliente para aliviar los síntomas del resfriado. Hay personas que también elaboran infusiones con las hojas del limonero para así combatir los mareos, los vómitos y los dolores estomacales. En cuanto a contraindicaciones, se recomienda no ingerirse en caso de que la persona padezca de úlcera estomacal.

Las fotografías anexas fueron tomadas por el autor con un dispositivo marca Huawei HonorAndroid.

Gracias por leerme.