Me hubiera gustado fotografiarlo vivo / Mensaje para los que no lo saben

Saludos cordiales a los steemians amantes del arte de la fotografía, deseando sinceramente que todos se encuentren muy bien de salud física y espiritual. Deseando también que no se amarguen tanto la vida –para el caso de los empleados públicos- por el asunto de que a los sueldos ya no se les puede llamar como tales, debido a lo chucutos.

En el día de hoy quiero compartir con ustedes un trío de fotografías donde se combinan varias cosas: la vida, la muerte, la indiferencia, la irresponsabilidad y la falta de conciencia.

No cuesta nada dilucidar de qué se trata lo que vemos allí. Son los restos, lo que queda de un sapo de los grandes (Rhinella marina). Bueno, a este sujeto lo acribilló un carro en la entrada de la calle de mi vecindario. El pobre amaneció en el medio de la calle todo reventado con manchones de sangre por todas partes.

Posteriormente, ninguno de los vecinos adyacentes se preocupó por retirar el cadáver del animalito. Al menos como para que no diera grima o que el mal olor le llegara a molestar a los transeúntes. Y allí se quedó y los cauchos de los carros lo fueron pisoteando hasta convertirlo en una especie de suela de zapato.

Los restos endurecidos del sapo tienen en ese sitio cerca de dos meses, lo que quiere decir que esos bichos tienen una piel verdaderamente dura, porque a pesar de los pisotones de las ruedas de los vehículos, de la labor de los insectos y de los demás elementos, allí está todavía.

¿Y a qué se debe mi alharaca a favor de la fauna silvestre? Bueno, sencillamente a que todos los seres vivos formamos parte de una misma cadena. Y de una u otra manera todos somos indispensables.

Mi mensaje para los lectores es: Respeta la fauna y siempre que se te atraviese un animal silvestre en tu camino, al menos dale la oportunidad de que siga viviendo, muy a pesar de lo feo que te parezca.

_{Fotografías de mi propiedad tomadas con un Infinix Hot 11}