MUELLE DE SERÉ - Una historia de amor que duró casi 5 años - II. Lluvia

Cerca de la isla de Ventos se encontraba Noah, herido y ensangrentado, en un momento que parecía pacífico, pero la lluvia era insesante, Ventos era impenetrable, no podía desembarcar allí, las olas y los arrecifes no permitían el paso hacia allí, sin embargo había una bahía acantilada que permitía estar cerca de esa isla. Al amanecer, casi inconsciente, ve a la lejanía varios barcos que se acercan con varias personas. Noah estaba en un barco más chico, bastante dañado pero reparado por si mismo, dándole ese sutil cambio que a los demás les parecían extraño pero interesante.

Noah, rema hacia ellos se presenta, con miedo y curiosidad. Un comerciante, un curandero, una viajera y Lena, una chica resplandeciente, llena de energía y vida. Cada uno con sus propias heridas ocasionadas por La aventura y que en el camino se habían encontrado.

¡Hola! Es un placer conocerlos, bienvenidos a las cercanías de Ventos, aunque es impenetrable, el mar es un poco calmado aquí.

El comerciante, cuyo barco más grande era de él, sale adelante con un mal chiste pero que a los demás le parecía gracioso.

Un momento, ya va, esto no es así. Tu no puedes venir y presentarte así nada mas; vamos a hacer una fiesta aquí en mi barco, ¿te gusta el ron? Aquí hay ron, ¿tienes amigas por allí?, no parece, pero igual, ¡sube!..

Noah le responde.

Seria un placer compartir con ustedes, no, no tengo amigas, estoy solo en mi barco, cómo ves, no a todo el mundo le gusta estar aquí, un barco que parece algo innovador pero tiene más reparaciones que vida útil.

Luego de transcurrida la fiesta, casi de noche, Noah, después de estar 6 meses solos en el barco, con mucho miedo y un poco ebrio, invita a bailar a Lena. Pensando para si mismo ¿Qué es lo peor que puede pasar si me dice que no?

Hola, disculpa la molestia, ¿te gustaría bailar conmigo?

Lena se sonríe con su amiga, la viajera, y le dice algo en el oído y asenta con la cabeza.

Después de haber pasado varias canciones de merengues, Noah queda cautivado, empiezan a hablar, lo que menos hacen es bailar y empiezan a conocerse, ambos se impresionan y ríen. Se miran a los ojos y sonríen.

Me gusta reparar las cosas que veo por ahí, sobretodo luego de las batallas de los demonios. Le dice Noah.

Yo estoy practicando para ser la mejor alquimista, tengo varias teorías, y quiero hacer sentir orgullosa a mi familia. Le responde Lena.

Luego cuando siguen bailando Noah va a tomar un poco de Ron y a cambiar la música para seguir bailando, en eso el comerciante interrumpe y dice.

Okay okay, ya está bueno de tanto baile, ven Lena, hablemos.

Lo cual deja a Lena y Noah para otra ocasión, Noah se sienta y sigue bebiendo su Ron, en una esquina viendo lo tranquilo que estaba el mar allí.

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I. Miedo Ver capítulo 1