Las palabras callaron.
Su decir se prohíbe,
inaudito su hablar,
irrumpiendo en el vacío de lo vacuo sin abrir.
Esos labios no existieron,
solo fue un imaginar,
pues no había ni un sonido que se pudiera escuchar.
Solo imágenes creíbles que mi mente pudo inventar, dibujos callados que nada pueden impactar.
Fue algo tan sublime que no puedo olvidar,
Lo crei un sonar divino y espectacular
algo tan irreal que me hizo escapar del abismo de mi lucha oscura esa de no escuchar .
Fue tener tu presencia , tan astuta y truhán,
para verte disuelta y sin encontrar un final.
Penas salieron, huyen de este extraño estar,
no sabían por qué estos ruidos falsos llegar.
Letras y letras sin tinta que anotar,
que abren el silencio para algo que se pueda oir ; por ejemplo, un "te amo" no estaría nada mal
en esta aguada quemada de mi alma en su vagar.
Noches sin ruidos, como noches sin fiestas, sin chicos en su festejar.
Qué lindo sería oírte para tu voz contemplar, y así mi tinta aguada se vuelve pura y especial.
No sabía que tu ruido tanto iba a extrañar,
el incómodo sonido de tu aquí no estar.
Ruidos vuelvan parlantes, así mi alma vuelve a vibrar,
que ya no sé cómo volver a ser una señal ondular.
Si tu ruido volviera, la música festejaría como un día letal, pues no sé si soportaría otra vuelta de callar.