Es un placer participar en #SV-Gastronomico, de la comunidad Steem Venezuela. Organizado por su moderadora nuestra amiga @lirvic. Con gusto les presento mi participación.

La curvina es un pescado blanco de agua salada que se caracteriza por su carne tersa y delicada, tiene un gran valor nutricional, ya que es rico en proteínas, vitaminas y minerales. Es una fuente de vitaminas A, B3, B6 y B12, así como de fósforo, hierro, calcio, potasio y magnesio.

Tenía bastante tiempo sin comer pescado, los nutricionistas recomiendan comer pescado, mínimo dos veces a la semana, pero por situaciones económicas se hace imposible llevar una dieta a base de pescado. Ayer hice un esfuerzo por preparar una comida sana y logré comprar algunos vegetales y unos filet de curvina para el almuerzo quedaron muy ricos.

Después de lavar bien las verduras, le quité la cascaras a las zanahorias y las corté en bastones, la cebolla y el calabacín los corté en cuadros. En la cocina a fuego lento, monté la sartén y agregué dos cucharadas de aceite, puse las cebollas a sofreír junto a dos granos de ajo, le agregué el comino, el onoto en polvo para dar color y un punto de sal.

Cuando la cebolla ya estaba en su punto de cocción, le agregué la zanahoria y el calabacín, mezclé todo y fui moviendo hasta estar conforme con la cocción.

El pescado fue fácil de preparar, después de lavar bien, lo condimenté con sal, comino y lo aromaticé con unos granos de ajos triturados que le dan un rico sabor y lo coloqué en una sálten untado con aceite a fuego bajo, hasta que estuviera dorado por ambos lados.

A pesar que me faltaron algunos sazonadores naturales por agregar como el pimentón, ajíes dulce y cilantro, me encantó el sabor de las zanahorías salteadas, conbinadas con el pescado quedó exquisito. Acompañé el menú con arroz blanco, plátanos sancohados y unas rodajas de limón.