The Diary Game | 20-04-2023 | 🔨 Una remodelación necesaria en casa de mi abuela 🧱

Después que mi tío @wilflor69, a causa de un ataque epiléptico, perdió el conocimiento y quebró el vidrio redondo de la mesa comedor en casa de mis abuelos; mi abuela sintió mucha pena porque mi tío cayó en depresión por un sentimiento de culpa; no es para menos, sufre convulsiones epilépticas desde hace más de 47 años.

A pesar de que no ha interrumpido su costoso tratamiento de anticonvulsivos (Levetiracetam1000 mg, Tegretol 500 mg y clonazepam 0,5 mg), el estrés, calor y factores externos complicados de controlar, le ocasionan desequilibrio emocional y se producen los episodios epilépticos.

El hecho es que en noviembre de 2022, sucedió el evento en cuestión y aparte de golpearse en varias partes del cuerpo, se quebró el vidrio de la mesa comedor. Para solucionar la falta de un comedor, mi papá @ulisesfl17 y mi tía @flores39, acordaron costear una remodelación en el interior de la casa y la restauración de una mesa de madera que regaló @arac a mi abuela; así abría más espacio, el comedor nuevo daría mayor confort y mi tío dejaría de sentir culpa porque mis abuelos no tienen donde colocar sus platos y vaso a la hora de consumir sus alimentos.

Teniendo papá toda la disposición de llevar a cabo el trabajo de remodelación que consiste en tumbar una pared que divide cocina y sala recibo, así como, reparar la superficie de otra pared que presenta abombamiento del friso y grietas profundas; esta mañana empezamos a ejecutar la obra familiar, en la cual estoy participando activamente con mandarria, cincel, martillo y pala en mano, porque es bastante trabajo y debemos hacerlo rápido para no incomodar a mis abuelos.

^{Mi abuelo caminando sobre los escombros para cruzar de la sala a la cocina para tomar su acostumbrada taza de café caliente en la tarde.}

Me tomó varias horas demoler la pared porque contenía tubería de electricidad empotrada y se encontraba activa con un interruptor de encendido de lámpara y dos tomacorrientes dobles. Una de las partes más complicadas fue picar debajo de la viga que atraviesa la pared, porque lo hice con el uso del cincel para no ocasionar daños graves en la estructura superior y la viga.

Los 38 ºC me hicieron desesperar y tuve que deshacerme de la camisa; sin embargo, guantes, lentes y tapaboca fueron implementos que me ayudaron con la protección corporal; de hecho, no escapé a un par de golpes en las manos cuando estaba picando la pared.
Los guantes no impidieron que me hiciera saltar un buen corrientazo cuando involuntariamente cincelé y perforé el tubo de electricidad; por la Gracia, solo se trató de una descarga que me asustó nada más.

^{Echándole ganas a la pared. Objetivo alcanzado en un 75%}

Pasadas las 13:00 horas, ya veía el avance y con la abertura mi visión se centró en la siguiente tarea: levantar el friso abombado y sanear las grietas de la pared izquierda de la sala. Un trabajo que papá predijo hacía 22 años antes, que debería hacer porque el hermano Chicho, antes de frisar la pared, no la picoteó lo suficiente; realizó un picoteo muy superficial y cuando aplicó la capa de mortero, lógicamente no se adhirió bien a la superficie vieja y con el tiempo se levantó para representar trabajo y un gasto extra.

^{En la imagen se aprecia la superficie descubierta donde se levantó el friso debido a la falta de adherencia del mortero. Falta sanear mejor y picotear bien para poder frisar nuevamente.}

Aunque el cuerpo puede tener signos de cansancio, mantengo el ritmo energético y me mantengo entusiasmado porque proyecto claramente la imagen de mis abuelos sentados ante su nuevo comedor, sintiéndose cómodos por el amplio espacio de la sala y la ventilación que fluirá mucho mejor.

Al golpear esta superficie con el mango del martillo y los dedos, el característico sonido termina de confirmar que toda esa capa debe ser removida para darle un tratamiento de curación adecuada y dejar lista para recibir unas dos capas de pintura.

^{Parte de los materiales a utilizar en la restauración y mantenimiento de las paredes.}

Cae la noche y ahora es cuando falta trabajo; imposible dejar tantos escombros y sucio en medio de la casa. A las 21:00 horas se había retirado al menos un metro de desechos.

Ya quería terminar, no porque estaba cansado o fastidiado, sino porque me esperan unas empanadas de pollo y un vaso de avena fría que mi abuela preparó para la cena y para reponer energías. Así que antes que las empanadas se fueran a enfriar, había retirado los últimos escombros para el patio.

^{Empanadas de pollo con su respectivo toque de dulce en la masa.}

Imágenes

Fotografías de mi autoría, tomadas con cámara de iPhone 6

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