Lunes de escritura - 5to relato "Aurora de la vida en un campamento petrolero."

Saludos, respetados lectores de la comunidad #steemvenezuela, como ya es costumbre, hoy traigo mi 5to relato, una vez más acompañado de una pequeña ilustración tambien de mi autoría.

Aurora de la vida en un campamento petrolero. Generación 1951

Vida apacible la de los infantes y adolescentes en aquel campamento construido y equipado para los trabajadores de la empresa petrolera. El derecho a habitar en alguna de aquellas (70) casas lo otorgaba el compromiso de trabajar extrayendo y distribuyendo desde los campos explorados y taladrados millones de barriles de petróleo y millones de pies cúbicos de gas hasta los patios de almacenamiento y plantas de procesamiento. Cada casa tenía una cocinilla a la que el gas llegaba directamente desde la planta de gas, (cerca Anaco la segunda de Latinoamérica). En el campamento no todos tenían el duro trabajo de taladrar la tierra y extraer petróleo o de operar en la planta de gas; algunos eran oficinistas o trabajaban en el comisariato, comedor, clínica, escuela, telégrafo, transporte. A la escuela solo los hijos e hijas de los trabajadores tenían derecho. Una densa y variada vegetación rodeaba el campamento. En los patios de las casas se sembraban plantas frutales y ornamentales en envases metálicos. Abundaban los mangos, guayabas, poncigués, castañas, limoneros, guanábanos. El monte complementaba el condumio con cerezas, mayas, guamaches. En la cerca y sobre los árboles caídos crecían bejucos con grandes hojas y frutos en forma de higo, de corteza muy dura, con pequeñitos tallos por los que botaba líquido lechoso; el endocarpio era lleno de apretadas semillas rojas y fibras lisas blancas como hilos de algodón brillantes. Era una fruta de mesocarpio blanco y agradable sabor. Solíamos encontrar -dentro y fuera del campamento-, reptiles: matos, iguanas, culebras (cascabel, rabo amarillo, ratoneras, corales). En el cielo y árboles del campamento veíamos gavilanes, azulejos, tortolitas, pericos, loros, pavitas, tucusitos, carpinteros, tijeretas, perdices, reinitas, arrendajos, cristofué, zamuros (que por la alto que volaban y planeaban eran diminutos). En los campos libres volábamos papagayos, jugamos beisbol, futbol. ¡Vivimos una aurora feliz!