Los días decembrinos llenan de luces y adornos todas las ciudades, y la nuestra no se quedó atrás en cuanto a decoración se refiere. Desde principios de noviembre adornaron muchos lugares, pero nosotros, no habíamos tenido oportunidad de salir a pasear y ver cómo había quedado todo. Además en la ciudad, remodelaron o mejor dicho eliminaron y colocaron, nuevos parques. Los antiguos, ya tenían más de 10 años y estaban en muy mal estado.

Remodelaron gran parte del Paseo Libertador y los parques, fueron una de las emociones más grandes de los niños, pues, ¿A qué niño no le encanta jugar en un parque?

Después de almorzar, todos nos arreglamos y nos fuimos caminando hasta el Boulevard de la ciudad. Desde hace 2 años no tenemos carro, así que ahora los paseos, son caminandito. Menos mal que en mi ciudad, todo queda cerca. Nos apertrechamos con agua, agarramos la cámara y nos fuimos.

El Boulevard de San Fernando de Apure es bastante largo y tiene parques, jardinerías y decoraciones de punta a punta. Así que comenzamos desde una de sus puntas, que es la que más cerca nos queda de casa. Los niños iban muy animados y caminaban rapidito. Me decían apúrate mami, que ya queremos llegar a los parques, ja, ja, ja, ja.

Cuando por fin llegamos, los niños no tardaron en subirse a cada uno de los elementos de distracción de cada parque por el que caminamos.

A veces me ponía nerviosa por mi hijo pequeño, pues él quería subirse a todo sin ayuda de nadie. Me sorprendí al ver su agilidad y decidí dejarlo disfrutar, vigilando de cerca. Soy una mamá cobarde ja, ja, ja, ja.

Mi hijo se subía y yo pensaba: "Ay Dios" pero luego seguía tranquilo y pasaba de un lugar a otro, como si nada.

Llegamos temprano y se nos pasó la tarde de columpio en columpio, de tobogán en tobogán, caminando de aquí para allá. Qué bueno que también colocaron nuevos banquitos en la remodelación, y así podía sentarme a descansar, mientras los niños saltaban de aquí para allá.

Fue una tarde agradable. Disfrutamos mucho. Después regresamos a casa. Ya los niños no iban tan apurados, ja, ja, ja. Llegamos y cada quién se fue a recostar una rato, para recuperarse de la caminata. Esa noche no trabajamos en la venta de hamburguesas. Así que el resto de la noche transcurrió en cenar, ver películas y luego a dormir.

Sigamos disfrutando de los días navideños, que se pintan cada día con diferentes sorpresas. Saludos y abrazos a todos.