Buen día, amigos y amigas de Steem Venezuela. Deseando que estén muy bien, inicio esta participación en el concurso al que nos invita @miyexi, con motivo de las fechas decembrinas, para evocar cómo fueron y son nuestras Navidades, reflexionando acerca de los cambios que indudablemente todos hemos experimentado en nuestras celebraciones familiares.

Puedes seguir las pautas del concurso, aquí anímate a participar.

La Navidad en mi niñez:

Estoy muy agradecida con Dios, porque en casa siempre hubo motivo de celebración. Y las navidades lo eran y lo son aún más. Me deleito, evocando aquellos momentos de preparativos navideños, pues desde muy chiquita me gustó participar y lo disfruté mucho.

Me gustaba ayudar a mi mamá a decorar el árbol de Navidad y armar el pesebre. Mi mamá es muy creativa y cada año ideaba algo diferente, por ejemplo, un año hizo el árbol de Navidad con espuma, sí con espuma. Tomó un pequeño árbol ya seco, pero que aún contaba con sus ramas y aparte batió una mezcla de jabón, el jabón coloquialmente llamado jabón azul, y de tanto batirlo se formó una espuma muy espesa, con la que fue forrando rama por rama, al final quedó un árbol blanco que se asemejaba mucho a un árbol cubierto de nieve. Esta espuma, una vez seca, se podía mantener durante meses. Así que el árbol fue decorado y adornó, solemnemente, esa Navidad. Cada año había algo diferente y eso me entusiasmaba mucho.

Además de la decoración, el tema de la comida también era y es algo que me fascina. Mi mamá todos los años hace las hallacas de Navidad. Cuando era pequeña, mi trabajo era ayudar a pasar las cosas, ja, ja, ja, ja. Luego me fueron ascendiendo y llegué a formar parte de la mesa principal, donde se lleva a cabo el armado.

Para los días más importantes de las celebraciones, me gustaba ayudar con los preparativos de las demás comidas tradicionales, lo que hizo que aprendiera mucho, para prepararme al futuro, donde sería yo la chef principal.

Mi papá preparaba un carato que le quedaba delicioso y era el infaltable en cada Navidad. Hoy en día lo prepara mi hermano y mi papá lo disfruta ahora hecho por su hijo.

También nos reuníamos a cantar, gaitas y aguinaldos. Recibíamos parranderos, que llevaban serenatas navideñas. La mayoría estudiantes a quienes mi papá o mi mamá, les daban clases.

La llegada del Niño Jesús, siempre fue fascinante. Me emocionaba esperando los tan ansiados regalos, y los días siguientes al nacimiento del niño, me los pasaba, juega que te juega con mis hermanitos.

La Navidad en estos tiempos:

Navidad, es siempre Navidad. Aunque falten seres queridos. Aunque la economía se desnivele. Aunque el cuerpo ya no aguante lo mismo. La Navidad, siempre, siempre, será una hermosa época para compartir, para celebrar, para estar juntos y sobre todo, para dar gracias, gracias, gracias, por todo.

Actualmente, mis navidades siguen siendo igual de bonitas. Honro y recuerdo con amor, a mis seres queridos, que ya partieron. Y ahora soy yo, junto a mi esposo y mis hermanos, la que planifica y ejecuta la mayoría de las actividades para celebrar la Navidad. Mis padres, gracias a Dios, están vivos, pero ahora disfrutan de las actividades que realizamos sus hijos y sus nietos. Mi mamá todavía hace sus deliciosas hallacas, pero vive en otra ciudad, entonces, me ayuda cuando pasa el 24 de diciembre aquí en casa, y cuando lo pasa en la ciudad donde vive, las hace ella allá. Mi hermano, con su familia, también hace sus hallacas. El día de la cena, nos reunimos todos y compartimos nuestras hallacas. Las de mi hermano quedan muy ricas también.

Junto a mi esposo preparo el pan de jamón, la ensalada de gallina, el pernil y las demás comidas típicas de estas fechas. Nos queda muy bueno todo la verdad. Y luego en la cena, compartimos con mis hermanos, mi cuñada, mi hermana, mi papá, mis sobrinos y mis hijos. Toda una comelona.

La decoración de Navidad, corre por la cuenta de mis hijas y de mí. Juntas hacemos los adornos, montamos el pesebre y nos divertimos mientras vamos decorando de todo un poquito. Mi hijo menor también participa, pero como está pequeño, se aburre rápido y se va a jugar a otro lado.

En cada celebración la música es la protagonista. En mi familia, la mayoría es músico y eso hace que cada reunión siempre esté amenizada y que las canciones sean las protagonistas. Las gaitas, los aguinaldos y de todo tipo de canciones van y vienen. Hasta el karaoke nos acompaña hasta las tantas de la madrugada y lo pasamos muy bien.

El Niño Jesús, ahora lo disfruto desde otra perspectiva, y debo decir, que me encanta. Adoro ver a mis hijos escribiendo sus cartas, cartas que luego mi esposo y yo escondemos furtivamente. Ya mi hija mayor conoce el gran secreto y este año formará parte del grupo que regala la magia. Mi sobrino mayor, mi hija y dos de mis sobrinos, serán este año, cómplices del niño Dios y eso es muy emotivo y a la vez emocionante.

Siempre hay algo por lo cual celebrar y agradezco a mis padres, que nos enseñaron a mis hermanos y a mí, a reponernos de las pérdidas, a validar nuestros sentimientos y a sobre todo celebrar la vida y sus hermosos acontecimientos.

Gracias por visitar mi blog, gracias por comentar y gracias por estar. Felices fiestas.

Quiero invitar a @santamorillo, @nakary y @lacharrakey, que sé que tienen muchas anécdotas para compartir, acerca de las navidades de antes y de ahora.

Todas las imágenes me pertenecen.

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