Querido diario, hoy como todas las mañanas me levanté muy temprano, dando gracias a Dios por el nuevo amanecer y por todas las bendiciones que me tiene reservado en este día.

Después del aseo matutino, le prepare el desayuno a la gorda, está vez le tocó baño y cambio de pañal. Luego, me senté con mi esposo a disfrutar de una merecida taza de café con un pancito de queso. Seguidamente, mientras él se dedicó a sus amadas plantas, emocionado porque su pequeño huerto de ají está dando frutos jajaja. Yo fui a terminar una publicación en Steemit que había comenzado el día anterior pero el internet no me acompañaba. Ahí estuve toda la mañana, rogando que no se volviera a caer.

El huerto de ají en una vieja batea

Cerca de las once, me avisó que le habían pagado un dinero que estaba esperando y cerré la página para arreglarme y salir a comprar algunos víveres que faltaban en la casa. También aprovechamos para comprar carne y productos de limpieza.
Llegamos a casa y me puse a hacer la comida, eran casi la una de la tarde y estaba pendiente que la niña tenía hambre.

La bendición del mediodía

Terminamos de comer y quería seguir editando en Steemit pero está vez la luz se fue por más de dos horas. Así que nos quedamos en el patio conversando porque el clima ahí, estaba fresco. Mi otra hija también estaba con el nieto, que estaba inquieto como todo niño, saltando y jugando con la tierra. La luz llegó a las cuatro y media aproximadamente, mi esposo preparó un café y lo compartimos en el patio, mientras hablábamos de los planes con mi hija sobre algunas cosas que quiere que le haga para recibir a su nuevo bebé que nacerá con el favor de Dios a finales de mayo.

Un angelito

Ya casi a las seis, fui a bañar a la gorda y la senté en su coche para que se distrajera viendo la televisión. Llegó el esposo de mi hija y salieron a comprar unas cosas porque hoy se quedarán en la casa. Yo me puse a preparar unos pancitos porque la verdad me sentía cansada por no haber hecho la siesta y porque el nietico está en una edad donde son más tremendos.

Aquí ya había perdido todo el glamour

Después de comer, le hice una videollamada a mi mamá para ver cómo le había ido en la consulta que tuvo en la mañana. Al parecer tienen que hacerle otro estudio más especializado y llevar una vida tranquila. En general, ha estado bien gracias a Dios. Los achaques propios de la edad y que hasta cierto punto son normales.

Nos quedamos un rato viendo una película interesante en la televisión, "El código Da Vinci" que nos atrapó con su trama. Al terminar le dí los medicamentos a la gorda con una taza de avena, me fuí a dar un baño para irme a la cama. La verdad es que estoy acostumbrada a hacer una siesta y cuando no la hago me acuesto super cansada.

Y este fue mi día, agradecida con mi Dios por todo lo bueno que recibí de su parte. Y a todos ustedes que se detuvieron a visitar mi diario.

Presentación Logro 1 🚀

Todas las fotos son de mi propiedad, tomadas con mi teléfono Tecno Spark 10