Muchas veces la vida nos sorprende con circunstancias que llegan a darnos un giro de 360 grado a nuestro día a día, quizás porque vivimos sumergidos en nuestros propios conflictos, y no nos detenemos a pensar por un segundo el otro; y de pronto algunas noticias bien sean de enfermedad, de muerte, de engaños y/o traiciones entre otras tocan nuestra puerta y llegan para transformarlo todo. Y es allí donde ser valientes es nuestra única opción para seguir adelante, superando barreras.

Ser valiente significa enfrentar los conflictos con fuerza y sin temor a lo que vendrá, con positivismo, con fe, con la convicción de que todo pasa, el dolor se minimiza y en la vida todo tiene su razón de ser y su por qué. Además, por más oscuro que se nos parezca el camino, al final del túnel siempre habrá una luz que nos indica que no todo está perdido.

Aprender a fomentar los distintos valores que desde pequeños muchos tuvimos la dicha de recibir de nuestras familias, con el pasar de los años nos damos cuenta y más aún en las situaciones difíciles; que harán nuestras vidas más fácil y llevadera, es que es precisamente el amor que es la base o el principio de todos los valores el que nos ayudará a levantarnos en cada caída.

Tengo en mi vida un ejemplo de una mujer valiente, quien en una oportunidad ser valiente fue su única opción, ya que, al ser diagnosticada con cáncer, agarradita de la mano de Dios enfrentó cada estudio, cada intervención, cada sesión de quimio, demostrando su valentía, su firmeza y sus ganas de salir vencedora de esa dura batalla y así lo ha logrado. Es una persona llena de optimismo y con muchas ganas de vivir, disfrutando cada respiro y cada una de las bendiciones que Dios ha dispuesto para ella. Es mi amiga, comadre y más aún una hermana que me regaló la vida.

Usted querido amig@, que me lee cuando ser valiente sea nuestra única opción, los invito a no darnos por vencidos, a luchar por nuestros sueños venciendo obstáculos y superando barreras, ya que no nos dijeron que sería fácil, pero de algo estoy segura que tampoco es imposible. Agradezcamos cada día y seamos valiente, miremos siempre hacia adelante sin miedo y cargados de energías positivas, de la mano de Dios, nuestros familiares y amigos.

Todas las imágenes fueron capturadas por mi teléfono RedmiGo