Tener superpoderes. Una fantasía que ha sido alimentada por décadas por franquicias cinematográficas, editoriales y televisión, ilusionando a una cantidad de personas sobre tener un superpoder. Y creo que casi todos los seres humanos han deseado tener alguno de ellos. Yo he visto películas como XMen, algunas de la saga Los Vengadores… Sin embargo, no hay una que me haya hecho reflexionar más que la Trilogía Glass de la mano del director M. Night Shyamalan. En él se relatan historias unidas de alguna u otra manera con capacidades sobrehumanas que surgieron a partir de un suceso que modificó de alguna forma sus cerebros.

En este sentido, se me ocurre que estos dispositivos que muy pronto avanzarán en su desarrollo, irán modificando las funciones cerebrales. Para muchos de nosotros en una tecnología escandalosa, pero creo que a este paso, en algunos años formará parte de la normalidad, aunque ojalá y me esté equivocando.

Mientras me imagino un supuesto caso en el que hago uso de este tipo de tecnologías, me gustaría tener un superpoder..

Quienes conozcan el videojuego “Watch Dogs” sabrán un poco de lo que hablo. En este, el personaje principal tiene la capacidad de hackear diversidad de dispositivos y mecanismos para lograr sus fines. Es un caso extremo, pero si hay personas que son capaces de manipular la tecnología de esa manera. Pero sin caer en ilícitos, este superpoder consistiría en controlar computadores mentalmente para monitorear sitios y dispositivos sospechosos de cometer delitos. El principal objetivo de este superpoder sería la lucha contra muchos delitos que se cometen y que de alguna manera dejan rastro digital.

El beneficio personal sería protegerme de los ataques informáticos protegiendo la privacidad y evitando así cualquier estafa, robo de datos u otros delitos que puedan ser cometidos hacia mi persona o mi causa. De igual manera, crearía una forma de filtrar cualquier material que pueda afectarme de manera psicológica, mientras lucho contra los delincuentes.

Hoy en día estamos viviendo una época donde los delitos informáticos están a la orden del día y lo peor es que hay personas que apenas están aprendiendo a usar los teléfonos inteligentes. Estas personas son vulnerables a estafas de diversa índole en las que, si no se está prevenido, es fácil sufrir robos. Pero esto es sólo una pequeña parte de lo que hay en internet. El manejo de la tecnología me serviría, no para estar por la calle monitoreando todo, sino en buscar pistas sobre algunos delitos que causan serios daños a la humanidad, como los secuestros, trata de personas, esclavitud o venta de objetos ilegales.

A pesar de que sea un poco fantasioso, me gustaría ayudar a aquellas personas que ya no pueden tener esperanza de un futuro mejor, a los que están en situaciones inhumanas o sometidos a tratos y trabajos terribles.