Aprovecharé cada pincelada para arrimar sus vidas al reconocimiento de lo imperecedero, el legado indiscutible de la gente buena. Rebuscando en frases que se siembran, retoñan y florecen quiero dejar por aquí la vibrante máxima de que JUNTOS SOMOS STEEM VENEZUELA.

En esta ocasión cito sin basilar la inquietante idea de valorar los paisajes extraordinarios abarrotados de altruismo, donde una vida sin colores atiborrada de infausto se tropieza con un peregrino henchido de arcoíris y flores. No importa si este oasis de palabras es digno de valoración, intento dejar el ánimo de calcar buenas causas, y es la razón que en esta ocasión dedico esta ovación al venezolanisimo JOSÉ ZEILA.

Con el poder de las letras he logrado ver el interior de su esencia, un frenético del arte de amar, deambula por las calles, buscando arrebatar sonrisas de esperanza, sin provocar la indolencia farandulera ni la fugaz grafica que inmortalice el suplicio.

Hurgando la internauta accidentalmente me adentre en TIKTOK y fue el encuentro fortuito con una cuenta de nombre soyjosezeila, la cual me recordó de que estoy hecho y para que fuimos llamados. Este joven no solo proyecta su capacidad de amor también nos convida a ser parte del proyecto JUNTOS POR UNA SONRISA, así se llama la fundación de su inicio cuando apenas tenía 16 años.

Cada gesto estremece, sus hechos están escritos con tinta indeleble en pergaminos incorruptibles que reposan en el aposento del apóstol resguardando la obra del ángel venezolano que recorre los caminos de asfalto añorando esparcir la esperanza inquebrantable.

En este arrebato de suerte pido mis enérgicas disculpa por no traer un verso vivo, un poema ardiente, una reflexión profunda que puede elevar el alma más allá de lo incansable, he sido cautivado por un gesto bonito, que me consume, que me envuelve y me compromete. He tenido que sumergirme en el reconocimiento de mi dulce locura, acompañado de mi pluma, un tinto imprégnante hasta las venas con su amargura recorriendo el gusto, un teclado y una pantalla, que siendo lo único en mi poder se lo concedo para reconocer la vocación de un andante, que sin pedirlo lo convierte en el inspirador.

Quién será el afortunado que le hallaré en una de esas veredas de ensueños para calmar la pena, se deja escuchar entre la muchedumbre un rumor angelical y lo pintan, no como el angelito negro del poeta, sino como un hombre de dotes especiales, un instrumento en las manos de Dios, así lo llaman al caminante José Zeila.

Dar es el arte del corazón y las letras el instrumento de la escritura que con tinta fina plasman lo que los labios sueltan en el éter mágico, el furor de la notas de los buenos actos se escriben para siempre, con el anhelo que cada palabra haga un eco en el ser y cada escrito un volcán de transformación divina.

Centenares de miles andan por allí haciendo de sus actos un soplo de vida, dejando huella en los palpitantes corazones, es nuestra tarea no dejarlo solos y así como hoy, lunes de escritura se lo otorgo en modo de reconocimiento al Influencer José. Zeila