Cultivando la paz en tu interior

  Diariamente trabajo en cultivar mi paz interior, ya que de esa manera tengo la oportunidad de evitar que el desequilibrio complique mi vida. Partiendo de esto, me complace participar en esta dinámica que ha auspiciado nuestra amiga @lirvic porque, es un tema que me encanta analizar. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  La vida tiene característica que fácilmente podemos visualizar durante el desarrollo de una batalla por ello, recurrentemente solemos escuchar que vivir es la misión más difícil que experimenta el ser humano y, aunque puedo estar de acuerdo con este criterio; pienso que también hay diversas maneras que se puede aplicar para aliviar e incluso enfrentar esa realidad tan complejidad.

  Ahora bien, entre esas acciones que podemos ejecutar está nutrir nuestro interior con acciones o situaciones armónicas porque, cuando tenemos la facultad de dejar ir lo que nos lastimó, bloqueamos aquellas eventualidades que afectan nuestras emociones y estimulamos las sensaciones positivas; logramos ser personas alegres y tranquilas, ya que ni siquiera la adversidad logra desequilibrarnos.

  Perdonar es un acto de amor. Sé que no es una acción sencilla de hacer, pero es esencial si queremos estar en paz con nosotros porque, el resentimiento es un veneno letal para el alma y lo que hoy comienza siendo un sentimiento negativo pequeño, con el paso del tiempo irá aumentando acotando que, más allá de hacerle daño a otra persona, nos lo hace a nosotros y, aquí es donde he aprendido que cuando vivimos sumergidos en el rencor, terminemos siendo nuestros enemigos más letales.

  Una persona que aprende a perdonar y se despoja del resentimiento; es alguien que va a vivir un estilo de vida armónica; siendo esta la estabilidad más enriquecedora que podemos tener por ello, independientemente de lo que suceda pienso que siempre debemos buscar la liberación de sentimientos negativos.

  El límite es una acción de sabiduría porque cuando sabemos establecerlos y, respetamos las líneas delimitadoras de otras personas, evitamos problemas. Por ello, hay que marcarlos desde el primer momento. Comprendo que a veces podemos ver personas que les cuesta, pero es la única manera de sentir que no estamos haciendo algo que no queremos e independiente de que estos puedan ser desagradables para otras personas, lo importante en este punto es que nos sintamos cómodos con esas determinaciones que no queremos que alguien más pase, ya que sentir que respetan el límite, promueve en nosotros la tranquilidad emocional e incluso nos motiva.

  Cabe destacar que, muchas veces nos vamos a encontrar con situaciones donde otras personas digan que somos malos por establecer un límite que a ellos no les agrada, pero esa reacción no nos tiene que afectar porque así como a ellos les incomoda esa limitante, a nosotros nos ahoga hacer o decir algo que realmente no queremos y si para sentirnos bien hay que decir ¡NO!; digámoslo con mucho honor.

  El primer paso que debemos dar para comenzar a cultivar nuestra paz interior es identificar qué nos está haciendo daño, porque de este análisis vamos a poder alejarnos de todos esos elementos que nos desequilibran. Posteriormente, hay que estar en constante conexión con esos entornos donde nos sentimos bien; estos pueden ser parques, compartir tiempo de calidad con personas que sumen e incluso, dedicar un período del día para estar completamente solos, ya que en ese momento meditamos y liberamos emociones negativas.

  La liberación emocional es fundamental para tener paz interior; por ello, vamos a perdonar sin miedo. Por experiencia sé que dar este paso es experimentar un renacimiento y cuando esto sucede, nos convertimos en personas fuertes porque la tranquilidad que sentimos nos permite vencer todo lo que sea adverso.

  Mi experiencia con la depresión me alejó en su totalidad de mi paz interior y, aunque no es la única que me ha llevado a buscar ese equilibrio; sí considero que fue la más trascendental porque durante ese tiempo estuve totalmente desequilibrada y, gracias a esta búsqueda fue que conocí lo importante que es perdonar y dejar ir esos sentimientos que me consumían el alma. Después de canalizar la paz interior que me arrebató la depresión, comprendí que perdonar es un acto de amor y les confieso que, hoy día, me sigue sorprendiendo el cambio interior que tiene pedir perdón cuando es necesario, perdonarnos o aceptar el perdón de alguien que nos afectó.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación fueron editadas en la herramienta de diseño Canva y tienen exclusividad para esta publicación}