Hoy en los lunes de escritura de nuestra maravillosa comunidad Steem Venezuela quiero relatarles algunas leyendas autóctonas de Ciudad Bolivar, sobre la existencia de Sirenas en nuestro Río Orinoco.

_{Pescando en Curiara cerca de la Laja de la Sapoara.}

La Tonina del Orinoco cuyo nombre científico es Inia geoffrensis es considerado el delfín de río más grande del mundo ya que puede alcanzar una longitud de dos metros con ochenta centímetros y un peso de hasta unos ciento ochenta kilos. Tiene el cuerpo robusto y flexible, las vértebras cervicales no están fusionadas lo que les permite girar la cabeza y el cuello hasta noventa grados. Su hermoso color lila con tonos rosados es un espectáculo a la vista de los que tienen la suerte de poder verlas.

Gracia a Dios, cuento con este privilegio ya que el año pasado, tal vez por la pandemia y la poca navegación en el río, tuve la dicha de verlas nuevamente, ya que hacía muchos años que no lo lograba. Les puedo asegurar que es una experiencia única e inolvidable.

Fuente

La hermosura de estos mamíferos, y tal vez el estado etílico de algunos pescadores, ha suscitado muchas leyendas y cuentos sobre sirenas, entre los habitantes de mi querida Ciudad Bolívar, antigua Angostura.

Cuentan los más longevos habitantes del Casco Histórico, entre los que están la abuela de una querida amiga, de la calle Las Mercedes, que en la desembocadura del río Orinoco, cerca de soledad existe una de esas sirenas conocida como La Carona ya que en el Alto Orinoco las toninas se transforman en sirenas para llegar a las riberas del río cercanas a la ciudad, a seducir a los navegantes y pescadores incautos que no conocen los peligros de caer en sus encantamientos.

A Los pescadores que le caen en gracia La Carona los obsequia con una excelente pesca y a los que no, los espanta con borbollones de agua y moviendoles la curiara, (pequeño barco) que usan algunos pescadores en su faena. Incluso se asegura, que algunos han muerto del susto que les dio está sirena, cuando les movió la canoa y los arrastró hacia las aguas rápidas del río.

Otros pescadores cuentan que para mantener contentas a las sirenas, y alejarlas de sus canoas, llevan consigo siempre, una botella de Anís, ya que dicen que a estas sirenas del río les encanta este licor dulce. Así que rocían el río con chorritos d licor, como regalo, para mantenerlas contentas y tener una buena pesca. Muchos aseguran que cuando no lo hacen regresan con las manos vacías.

Otros más osados o "exagerados" diría yo, cuentan haber visto a una Sirena del Orinoco sentada sobre una de las rocas de la orilla, peinándose una larga cabellera, mientras trataba de ver su imagen, reflejada en el agua de los alrededores de la piedra.

Muchos aconsejan a esto osados, que sí vuelven a verla no se le acerquen, porque los van a seducir con sus encantos, para arrastrarlos hasta el fondo del río y devorarlos, o transformarlos en su amante bajo el agua. Pero que sí por milagro, logran resistirse, ésta le otorgara poderes sobrenaturales.

Otros en cambio, aseguran haber Sido salvados de una muerte segura en el río, después de tener algún percance con su curiara, por alguna de esta sirenas que los ayudó a llegar sano y salvo a la orilla.

_{Pescador tirando Atarralla en la orilla del Río Orinoco.}

Estás y otras historias se tejen alrededor de estas supuestas Sirenas de cabeza y torso de mujer, con cola de pescado. Muchas de ellas, a mi parecer, son producto de la exagerada imaginación de los pescadores, al sol y a la cantidad de alcohol ingerido durante la faena.

Lo cierto es que todas estas leyendas están grabadas en la imaginación popular, y gracias a ellas las hermosas Toninas son respetadas y admiradas por los habitantes de nuestra ciudad.

Gracias por leerme y espero que estos relatos sean de su agrado.

Soy @patidelc1207

La primera y la última foto son de mi propiedad tomadas con mi teléfono Blu G50 Mega. El contenido es totalmente original.