Estaba muy triste porque se sentía muy mal de salud y como no puede salir de casa por el tema de la cuarentena, se fastidia y no consigue que hacer.
Se me ocurrió la idea de que escribiera su biografía, eso la animaría un poco y mantendría ocupada. Pasó unos días escribiendo hasta que la terminó. Veamos la biografía de mi mamá escrita por ella misma.
MI HISTORIA
Hola mi nombre es Zoraida del V. Garcia de Garrido, nací el 18 de Enero de 1941, actualmente tengo 80 años de edad.Ahora voy a contarles que circunstancias de mi vida me llevaron a ese sitio y a esa condición emocional.
Nací en Venezuela en la ciudad de Cumaná Edo Sucre en un barrio que se encuentra cerca del mar. Mi infancia fue muy feliz, nos bañábamos en la playa, jugábamos a los castillo con la arena y todas las tardes nos sentábamos en el frente a ver donde se escondía el sol.
Mi madre vio la necesidad de mudarse a otro sitio, no muy distante solo a una cuadras de allí.
MI JUVENTUD
De joven tenía muchos amigos y amigas, me gustaba mucho jugar con ellos, para ese entonces juegos muy sanos y divertidos. Montaba bicicleta, hacía mucho deporte. Era campeona en los maratones de carrera en mi escuela de primaria.
Recuerdo que me gustaba tener dinero y le decía a mis compañeros de clase que dieran diariamente 1 centavo a partir del lunes y el próximo lunes le devolvería 6 centavos. Así lo hacía y me quedaba 6 centavo todas las semanas.
En secundaria estudié en el liceo "Pedro Arnal", y me gustaba mucho el desorden y bochinchaba mucho con los compañeros de clase.
Había una profesora muy bonita y también era muy gorda, y yo le puse el sobrenombre de "Bollito". Un día llegó al aula y al dar los buenos días le respondí entre dientes "Buenos dias Bollito" pero me escuchó, y todos se pusieron a reír y la profe me castigó.
EL MATRIMONIO Y LA LLEGADA DE LOS HIJOS
Cuando tenía 19 años conocí a un joven que había llegado al cuartel de nuestra ciudad "Cuartel Santiago Mariño". En muy poco tiempo nos enamoramos y nos casamos enseguida. Recuerdo mi vestido de novia, largo y con una gran cola sostenida por dos de mis amigas.
Era el año 1960 ¡me sentía tan feliz!
A pesar de que quise seguir estudiando no lo pude hacer ya que cada año quedaba embarazada, en 6 años tuve 5 hijos y un aborto.
Mi esposo era un hombre: Bueno, muy centrado, tranquilo, cariñoso, con un carácter muy dócil. Para aquel entonces ya había salido del servicio militar y estaba trabajando en una buena compañía.
UN CAMBIO RADICAL
Como era un hombre tan cariñoso con sus hijos y nos trataba muy bien yo pensaba que nos amaba, pero en un momento en un abrir y cerrar de ojos me di cuenta de la realidad. Nuestra vida dio un giro de 360 grados.
Hacia dos meses había dado a luz a mi última hija, nació prematura de 7 meses apenas. Era tan pequeñita que su cuna era una caja de zapato forrada con tela y todavía quedaba espacio.
Un día mi esposo llegó a la casa muy agitado, nervioso, recuerdo que estaba lloviendo muy fuerte y me dijo: "Mija me voy a trabajar a otra ciudad" y mientras hablaba hacía la maleta, yo no lo podía creer y le respondí: ¿Por qué? si estamos bien. ¿Como decides algo así de la noche a la mañana? Luego me respondió: "tranquila, cuando me establezca vengo por ti y los niños" y así sin más se fue.
Quedé sola a los 8 años de casada con 5 niños pequeños, la mayor tenía casi 7 años y la menor 2 meses. Pasaron muchos meses y nunca recibí una carta de aquel hombre al que amaba tanto, no dormía, no comía, me enfermé de los nervios y todo lo que hacía era caminar, caminaba bajo el sol, bajo la lluvia, nada me importaba. Mi mamá atendía a mis hijos, mientras yo estaba en las nebulosas.
LLEGA LA AYUDA
Un día estaba tan agotada, tan cansada y me senté allí en ese trate viejo de nevera, y mientras pensaba, comencé a llorar desconsoladamente. En ese instante apareció esa doctora de la nada. y cuando me preguntó con tanto cariño que me pasaba, vi que podía confiar en ella, me infundió confianza y comencé a contarle todo lo que me sucedía.
Ella me dio una tarjeta y me dijo que fuera a esa dirección y pidiera cita con esa doctora. Era ella misma, una psiquiatra. Como quería recuperar mi vida, fui, allí estuve mucho tiempo hablando con aquella doctora tan amable y cariñosa. Puedo decir que salvó mi vida, me hizo reflexionar, me recordó a mis hijos, me habló muchísimo de mis hijos y la responsabilidad tan grande que tenía con ellos.
Nunca olvidaré su nombre La doctora Hidalgo Que dios la tenga en su memoria.
Ella salvó mi vida, porque estaba volviéndome loca, cada vez que lloraba de noche, veía en el techo de mi casa que los gatos se reían de mi.
REFLEXIONO
Pensé mucho en lo que me dijo la doctora, prometí, vi la realidad y me prometí sacarlo de mi mente, de mi corazón y devolverle su madre a mis hijos. Lo logré.
Comencé a trabajar, pero tuve que mudarme con mi madre porque porque no podía pagar el alquiler y el dueño era un mal hombre, me proponía cosas indecorosas para poder quedarme, lo que nunca acepté.
En el barrio donde nací llegaban muchos pescadores, y aprovechaba para venderles rifas de animalitos y otras meriendas para poder alimentar a mis hijos. También vendía meriendas y empanadas en la escuela. Así pasé algunos años.
MEJORAS ECONÓMICAS
Un buen día me conseguí una amiga llamada Narcisa y me dijo que en el Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá: (HUAPA) estaban buscando personal para servicio, yo era mecanógrafa, pero estaba dispuesta a trabaja lo que saliera.
Efectivamente solicité el empleo y me lo dieron en el departamento de nutrición como cocinera.
Mi mamá me había dado un terreno al lado de su casa, y poco a poco fui armando la casita, hasta que quedó terminada y pude mudarme con mis 5 hijos. 4 hembras y un varón.
Trabajé por 28 años en el HUAPA, también vendía cosméticos al personal, llegué a ser muy conocida, ya que colocaba una mesita en la entrada del hospital y allí paraba a todos los que me debían y les acreditaba los productos a muchas personas. Conseguí muchísimos clientes, ponía San , viajaba a la isla de margarita y compraba mercancía y las vendía y las rifaba.
Arreglé la casita, la hice de dos plantas y quedó una pequeña casita muy bonita.
Hice mucho dinero, estábamos bien, no nos faltaba nada teníamos comida, medicinas, vestíamos bien. En el transcurso de todos esos años mis hijos fueron creciendo y haciéndose adultos, claro entre una u otra dificultad propia de la vida de los jóvenes, adolescentes y circunstancias de este sistema.
Recibí ayuda de muchas personas, pero también ayudé a muchas personas.
COMIENZA LA CRISIS ECONÓMICA
Mis hijos comenzaron a casarse poco a poco y a darme nietos y para ese entonces, todavía podía seguir ayudándolos económicamente.
Hasta que llegó la crisis económica en Venezuela y poco a poco todo lo que tenía, que había conseguido con tanto sacrificio se fue devaluando hasta que me quedé sin nada, me hice muy pobre nuevamente, como la mayoría de los venezolanos. Pero no me importa mucho, tengo 80 años, estoy enferma de hipertensión, cardiopatía, artrosis generalizada problemas de riñon etc.
No me importa mucho porque tengo la satisfacción de haber luchado en la vida. Haber llevado a grande a mis hijas, son adultas maduras y responsables y el varón también. Los amo mas que a nada. Ahora vivo de lo poco que ellos me pueden dar, porque a ellos también les pegó dura esta crisis económica que tiene muchos años.
LO QUE PASÓ CON EL PAPA DE MIS HIJOS
Me enteré con el pasar del tiempo, que en la compañía donde el trabajaba hubo un gran robo y lamentablemente mi esposo estaba implicado, se fue huyendo. Pero en la ciudad donde vivía tuvo un problema y como estaba solicitado lo pusieron preso por muchos años. Vivió su vida, no sabemos mucho sobre como transcurrieron sus años lejos de sus hijos, pero cuando mi hija menor tenía 21 años apareció en casa de una vecina. Ella llamó a mis hijas y les dijo que en su casa estaba una persona que quería verlos.
Fueron y lo encontraron hecho un asco. Todo sucio, sin bañarse y no traía equipaje. Ellos lo atendieron y hasta me pidieron dinero para comprarle ropa. Pero solo 4 de ellos, 3 hembras y el varón. La mas pequeña no quería verlo ni en pintura. No pasó mucho tiempo aquí, estaba alcohólico y tenía una enfermedad del hígado llamada Cirrosis hepática. Al poco tiempo murió y mis hijos lo enterraron.
CONCLUSIÓN
Bueno esa es mi historia, quisiera dejarla escrita porque de repente sirve de reflexión para alguien. Léanla y extraigan lo positivo y desechen lo negativo.
No cometan los errores que cometí, fíjense en las cosas buenas para que luchen y salgan adelante.
Podemos salir adelante sola con nuestros hijos, podemos superar cualquier barrera.
Ahora conocí el cristianismo verdadero y adoro a Jehová como mi único dios y señor.
Como es lógico es una historia larga, pero está contada a grandes rasgos. En 80 años de vida no se puede contar todo.
Esa es la historia de mi madre y estoy segura que todas las madres también tienen una gran historia. Algunas mas trágicas otras menos trágicas, en fin cada quien tuvo sus vivencias y sus dificultades que afrontar.
Espero les haya gustado, algún día les contaré como me tocó vivir todo eso como la cuarta hija de sus cinco hijos queridos.
Amo a mi madre con todo mi corazón y hago todo lo que está en mis manos para que no le falte su medicina.
Si tienen a su madre viva, cuídenla, protéjanla, respétenla y denle mucho amor y cariño, ellas se lo merecen todo.
Un saludo cariñoso
@nellita66
