"EL DILEMA" Triste realidad...

¿Me voy de Venezuela? O ¿Sigo teniendo esperanzas de que esta país cambiara? ¿Me voy o no? Estas son las preguntas que diariamente los venezolanos se realizan asimismo. Y mas en los momentos en que quieren comerse algo, comprarse algo, viajar, etc, y no pueden gracias al alto costo que todo esto tiene en la actualidad en dicho país. Irse o no, contiene diferentes emociones encontradas. Si decide irse, deja a su familia, la cual tendrá cierto tiempo para verse con ellos nuevamente. Pero también, irse atrae un factor muy importante en la vida cotidiana que es el DINERO, porque en otro país remuneran de una mejor manera la cual tendrá la posibilidad de ayudar a los suyos desde lejos donde obtendrán una calidad de vida mejor; pero no se puede dejar a un lado, que el dinero no compra el cariño, ni el amor, ni los afectos de tus seres queridos, y eso es lo que mas le duele a los venezolanos que se van dejando todo pero su meta es tener una mejor vida.
Emprender, conquistar, avanzar y buscar razones cada día para no pensar en emigrar se convierte en un ejercicio cotidiano. La esperanza de que las cosas cambiarán invaden sus mejores intenciones para no desprenderse de su tierra, de sus familiares, de su clima, cultura, de los sueños de vida. Ambas decisiones son válidas y respetadas: irse o quedarse, siempre será una buena decisión si quien la toma es consciente de la misma, si la hace con conocimiento de causa, asumiendo las consecuencias de lo que pueda representar irse a otra latitudes y cambiar radicalmente su forma de vida.
Los que han decidido irse, llévense lo mejor de Venezuela en su maleta. Sepan que su temple, su carácter, su capacidad de adaptación, su sonrisa, su disposición, su gentileza, su humildad, les abrirá muchas puertas.