“EL DÉCIMO DÍA DE 2019”- LO QUE VIENE EN VENEZUELA

AÑO Y VIDA NUEVA

El presidente Nicolás Maduro, contrariando su apariencia, ni come ni duerme bien. Cierto, no le falta comida, como al común.
A los jefes de Estado, por el contrario, a casi todos les sobra y él no es la excepción. El problema es que ha perdido apetito y así lo veamos, como lo vemos a diario, cachetón y robusto, anda mal, y todo derivado de la proximidad del 10 de enero-2019, fecha que, inexorablemente, avanza en su calendario y se acerca indetenible.Y por la misma causa tampoco puede dormir bien, endonde lo agarre la noche y ni siquiera, si pudiera mudarse a la Casona, la residencia presidencial, todavía ocupada por la familia Chávez en usufructo de herencia. Ocurre, pues, que al décimo día del año próximo, al ocupante de Miraflores se le vence el plazo pautado en la Constitución Bolivariana de Venezuela para el ejercicio de la primera magistratura, tal cual fue elegido, casi por voluntad divina, y desde ese momento no será reconocido ni por la mayoría de los países que abrazan los principios y valores democráticos y menos por el común de los venezolanos, querendones y amantes de las libertades. En buen criollo. Tiempo vencido.

A SOTTO VOCE

Maduro y los adláteres de su entorno más íntimo, se irritan a menudo cuando alguien próximo a ellos o, de aquellos conocedores de la realidad, recuerdan en público que este diciembre por venir, deberían darse elecciones libres y soberanas en Venezuela, para escoger nuevo Presidente de la República, al tenor de la CNB, porque los comicios que a tal fin convocó y avaló la ilegal ANC, no tuvieron validez, ya que la tal constituyenteno tenía potestad para hacerlo y menos en las condiciones que lo hizo. Y algo más penoso, grave e infeliz, en virtud a que, el pueblo venezolano no acudió al proceso, dándole mayor ilegitimidad a sus resultados. De eso está persuadido y convencido NM, consciente, además, de lo que se le viene encima, y que el propio Canciller de España, Josep Borrel, a quien creía de su lado por afinidad ideológica y parentesco político con Rodríguez Zapatero, lo desplumó, primero que nadie, con la implacable advertencia de que “ningún demócrata del mundo lo reconocerá como Jefe de Estado, después del 10/01/2019”. Abajo cadenas.

FINAL DE TERROR

Esa es la suerte que se le avecina al régimen de Maduro en esta etapa en la que estaría quemando los últimos cartuchos. Informes certificados por el FBI dan cuenta de que un grupo de peligrosos y bien seleccionados “colectivos” estaría recibiendo entrenamiento armado en la zona limítrofe con Guyana, de parte de expertos en violencia de la organización Hezbola, traídos del Medio Oriente, en un angustioso intento final por defender “lo que queda” en tiempo y distancia. La inteligencia gringa consiguió pruebas irrebatibles de la situación, lo que originó un sismo en el alto gobierno, y el propio ministro del Interior, Néstor Reverol, habría puesto el ojo acusador sobre Gustavo González López, entonces director del SEBIN, como el responsable de filtrar las andanzas terroristas. A diestra y siniestra.
El señor Maduro en su repentino viaje a Cuba la semana anterior, en donde permaneció por más de 48 horas, de lo cual la mayor parte del tiempo hábil estuvo discutiendo con Raúl Castro la conveniencia o no de aumentarle el precio a la gasolina, que ahora mismo aquí es más barata que el agua potable. Lo trascendente del asunto fue que el líder de la tiranía cubana no está aún de acuerdo con incrementar el valor del principal combustible, porque su implementación supone, en su óptica, la segura caída de Maduro. Con ese dilema, el presidente de Venezuela regresó a Caracas, todavía más confundido y enredado, por lo que se infiere que tendremos gasolina, casi regalada, por uno o dos meses más. A buen entendedor.

LEVÁNTATE Y CAMINA

En la misma introvertida cita Maduro-Castro, otro punto álgido habría sido el virtual arreglo de la dictadura castrista con el gobierno de Trump, según el cual USA termina aceptando quitarle el bloqueo a Cuba, pero a cambio de que el castro-comunismo proceda a llevarse de Venezuela los 60 mil activistas políticos y militares, que desde hace tiempo se encuentran operando o “malandreando” en cualquier lugar del país, al servicio del narco-terrorismo.Con el mazo dando.

Francisco M. Pérez
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