Un día en la red

Son las 2:00 a.m. Decidí conocer este nuevo universo, diferente al de millones de soles y de mundos de energía, de cometas y del espacio oscuro que rodea nuestro planeta. Estoy entrando por primera vez, tímidamente , ansioso, esperanzado de encontrar nuevas dimensiones humanas en la mezcla de los bytes de la red, en combinación con el

holomovimiento de cibernautas de un tronco común: la América. Mi s ojos se pierden en el contenido que brota de la materia que se expresa en la conciencia de sus habitantes, en las palabras, en el código infinito al que me quiero vincular. Estoy impresionado, me atrae, me atrapa, me subyuga la idea de estar aquí con ustedes.