La Integridad — SteemCN

Proverbios 11:3 La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.

El 24 de Septiembre de 1988 en el estadio olímpico de Seúl crecía la expectativa, venía la competencia de los hombres más veloces del planeta y la rivalidad entre Ben Jhonson y Carl Lewis le ponía el toque adicional a la carrera de 100 metros planos llamada también la prueba reina.

Comenzó la emocionante competencia y con una velocidad impresionante Ben Jhonson marcó en el cronómetro unos impresionantes 9.79 segundos, record para la época, el mundo del atletismo se rendía a sus pies, saboreaba las mieles del triunfo y se convertía en la vedette de los juegos olímpicos.
Todo esto duró poco, a los tres días Jhonson dio positivo en el uso sustancias prohibidas, confesó que se había dopado para vencer y que llevaba, además varios años haciéndolo.
Fue suspendido por dos años y volvió a correr, pero nuevamente falló. En 1993, el canadiense fue culpado nuevamente por consumo de esteroides y fue apartado de por vida del atletismo.
Su entrenador Charlie Francis: “si alguien está limpio será un perdedor”.
Ejemplos como este muestran lo que una persona es capaz de concebir en su corazón y llevar a cabo solo por alcanzar el éxito, lograr una meta, obtener un resultado favorable o satisfacer un capricho o deseo. Se puede llegar a actuar perversamente desechando valores morales, violentando leyes, normas y reglas.
La integridad es lo opuesto a lo anterior. El actuar con integridad tiene que ver con justicia, rectitud, intenciones y acciones correctas y es que la integridad y la perversidad son dos caminos tan opuestos que como bien deja entrever el versículo el primero llevará a buen destino a quien lo practica pero el segundo conducirá a la destrucción.

¿Qué es la integridad?

En el antiguo testamento, la palabra hebrea traducida "integridad" significa "la condición de ser intachable, indica perfección, sinceridad, sensatez, rectitud, moralidad".
El pastor Miguel Núñez define la integridad en su libro Vivir con integridad y sabiduría como: El valor que garantiza todos los demás valores. Sin ella la sociedad pierde su norte y todas sus instituciones pierden su estabilidad,
En un lenguaje común podemos decir que La integridad es hacer lo correcto por las razones correctas del modo correcto aunque esto, al final termine afectándonos. Esta virtud no es muy popular ni está muy de moda en estos tiempos, es más, en una sociedad moderna que postula que lo importante, al final, es el resultado obtenido, alcanzar metas u obtener éxito sin importar los medios utilizados para tal fin, es una especie en extinción.

Algunas razones que llevan al hombre a comprometer su integridad y actuar perversamente
La avaricia, este deseo desordenado de poseer y adquirir riquezas que provoca que esa línea delgada que divide lo correcto de lo incorrecto desaparezca y se acuda a cualquier medio para obtener dichas riquezas.
Presiones con cumplir con expectativas o estándares en el plano laboral donde empleados esperando ser promovidos o viéndose presionados a lograr ciertos objetivos y cumplir con exigencias deshonestas de sus jefes, quienes por afán de ganancia o para tapar actos de corrupción les piden maquillar ciertas cifras o evadir impuestos. También sucede en iglesias donde los líderes empiezan a medir resultados cuantitativamente: cuantos miembros conforman la iglesia, cuantos ministerios operan, cuanta ofrenda se recoge cada domingo, etc. Y terminan negociando las verdades del evangelio por temor a que disminuya su membresía y en consecuencia sus ingresos.
Ambición de Poder. También esta razón es muy frecuente. Cuando se quiere ejercer poder o influencia sobre una persona en particular o sobre un determinado grupo puede y se acude a prácticas perversas y pecaminosas (manipulaciones, sobornos).
Aceptación. El miedo a ser rechazado o excluido en ciertos círculos o grupos provoca en muchas ocasiones que la persona termine cediendo y deje de lado su integridad.

¿Qué dice la Palabra de Dios acerca de la integridad?

A pesar de lo que el sistema corrupto mundanal pretenda enseñar que el ser íntegro no vale la pena porque va a conducirnos al fracaso, la Biblia nos indica lo contrario y nos exhorta a vivir vida con integridad y también nos muestra que existen beneficios en ello.
En el Salmo 15 David pregunta: ¿Quién morará en el monte santo de Jehová? Versículo 2 El que anda en integridad, y hace justicia y habla verdad en su corazón. La integridad es una constante en creyente. Una persona que no anhele la integridad en su vida, no ha nacido de nuevo. Esto no quiere decir esto que vivirá una vida íntegra de manera perfecta pero si la procurará.
Josué 24:14 Ahora pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres de esta otra parte del río, y en Egipto; y servid a Jehová.
Proverbios 28:6 Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos caminos, y rico.
Tito 2: 6-8 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.

Jesús: Nuestro Modelo de integridad

Los creyentes tenemos la responsabilidad de vivir vidas íntegras que correspondan a nuestra profesión de fe, Dios nos ha capacitado para ello y En Jesús tenemos el ejemplo perfecto de un hombre íntegro. Después de haber sido bautizado fue al desierto para ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches, tiempo durante el cual Satanás vino a Él para tratar de destruir Su integridad y corromperlo, no lo logró. Jesús fue ciento por ciento hombre y ciento por ciento Dios a la vez, y fue tentado pero nunca pecó (Hebreos 4:15); esa es la definición de integridad. Jesús es el único que nunca pecó, perfecto, totalmente veraz y siempre mostrando un modelo de buenas obras.
Los cristianos están llamados a ser como Jesús. En Cristo, somos nuevas criaturas y podemos ser considerados sin mancha delante de Dios. En Cristo, también tenemos la permanencia del Espíritu Santo obrando en nosotros, santificándonos y haciéndonos más como Jesús. También debemos esforzarnos como dice en el libro de Filipenses en el capítulo 2 versículo 12-13: "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad". Es por el poder de Dios que somos cada vez más personas de integridad. Estamos llamados a obedecer a Dios, y, al hacerlo, somos personas con una moralidad e integridad intacta. Los cristianos deben ser aquellos que se adhieren a la verdad y que hacen buenas obras.
Hermanos, son muchas las situaciones que demuestran falta de integridad, unas son escandalosas y alarmantes (homicidios, violencia, corrupción, etc.), y algunas pudieran parecer hasta inofensivas: El tomar un puesto que no nos corresponde en una cola, solicitar préstamos sin la intención de pagar, vender alguna mercancía con sobreprecio, el hacer trampa en un examen para sacar una calificación y aprovecharse maliciosamente de una necesidad ajena, pero lo cierto es, que, tanto unas como tras manifiestan perversidad en nuestras vidas y no debemos minimizarlas por muy inocentes que parezcan.
Preguntémonos ¿Qué tan importante es para nosotros la integridad? ¿Me esfuerzo por cultivarla en mi vida? ¿La anhelo?
¿Estoy consciente que como cristiano he sido llamado por Dios a vivir en integridad?
Que Dios nos asista en su gracia para reflejar una vida donde la integridad sea una norma y por medio de esto glorificar el nombre de Nuestro Señor.

Que la integridad en nuestras vidas sea la ropa con la que vestimos nuestra alma.