"¿Qué será de mi futuro?"
Chucho no podía parar de hacerse esa pregunta, era muy inquieto, ansioso y un joven de 16 años que vivía en un pueblo totalmente remoto y rural, típico paisaje cuando vas entrando; hay pasto, vacas, cercas de alambre, fincas y árboles por dónde cruce tu mirada. Se vive de la ganadería, siembras, queso, leche y pesca, una que otra agencia de festejos y uno que otro fotógrafo barato. Eso no está mal, son trabajos dignos de un pueblo remoto, pero había un problema... Chucho no tenía finca, no sabía inflar globos y tampoco tenía una buena camara para fotografíar, sí, Chucho estaba estancado, situación que lo hacía ahogarse en el pensamiento de que sería un fracasado sin estudios y tenia razón quien se quedaba allí terminaba siendo un fracasado sin estudios, y para él que contaba solo con su madre quien lo crío sola desde siempre (con enorme esfuerzo ya que era madre soltera y él su único hijo) en ese lugar, eran difíciles 2 dos cosas:
1: Salir de ese pueblo.
2: Dejar a su madre.
En efecto, es difícil pensar eso cuando tienes dieciséis años.
Pero como siempre, la vida es inexplicable y un poco revoltosa, ya que le demostraría a Chucho que tomar ina decisión no es tan fácil como parece y un día cualquiera haría que Chucho recibiera una llamada un poco muy inesperada.