Mi presentación personal en Steemit

Hola amigos y amigas de Steemit:

Mi nombre es Jorge Murphy, soy chileno y tengo 59 años. Nací en el puerto de Valparaíso el 16 de Febrero de 1958, un puerto maravilloso en donde la mayoría de las casas están en los cerros desde donde se ve el mar. Yo crecí y viví hasta los 8 años en el Cerro Alegre, uno de los cerros más pintorescos de Valparaíso. Vivimos con mis padres y mis 2 hermanas menores en la casa de mis abuelos maternos, una casa quinta inmensa, maravillosa, con muchos jardines, arboles frutales y una vista privilegiada de la bahía. En esas casa pasé mis mejores años de infancia.

Ingresé al Colegio Alemán que estaba en el mismo cerro y allí estudié durante toda mi escolaridad hasta egresar. Desde niño me gustaba mucho dibujar y me destacaba por eso. En esa casa de mis abuelos viviamos con ellos y también con la familia de la hermana de mi mamá. Era una casa donde siempre se hacían grandes fiestas, en especial en año nuevo. Mi abuelo materno tenía una farmacia y trabajaba en ella junto a mi mamá que era química farmacéutica. Mi papá era empleado de una empresa. A los 8 años nos fuimos a vivir con mis papás y hermanas a una nueva casa en Recreo Alto, pero siempre preferí la casa de mis abuelos, adonde seguí yendo a quedarme por temporadas.

Cuando tenía 15 años, me tocó vivir el Golpe militar contra Salvador Allende. Mi abuelo era un acérrimo militante comunista y además director del Instituto Chileno Soviético. Por tal motivo, con el golpe se lo llevaron prisionero a el Buque Esmeralda. Pasamos 2 semanas de terror, sin saber donde estaba y si estaba muerto o no. A las 2 semanas lo soltaron y llegó con el cuerpo lleno de moretones por los golpes recibidos. Fueron las 2 semanas más negras de mis hasta ahi corta existencia.

Otra experiencia fuerte, es que cuando tenía 13 años me dió por adelgazar porque era muy gordito y quería ser atractivo para las mujeres. Entonces comencé a hacerme mis propias dietas y llegué a bajar muchísimo de peso, me dió anorexia y pesaba como 38 kilos. No tenía energía ni siquiera para subir un escalón. Mis padres me llevaron a cuanto psiquiatra había, rezaban, pero nada, to seguí igual. Incluso me miraba en el espejo estando esquelético y me encontraba gordo. Hasta que un día solo, algo me hizo click, porque iba derecho a la muerte y decidí comenzar a comer.

Cuando salí del colegio, entré a estudiar Arquitectura en la capital de Chile, Santiago. A mis padres no les gustó mucho la idea de que me fuera de la casa, especialmente a mi mamá. En esta carrera no me fue muy bien, especialmente porque antes de comenzar el segundo año, me tocó vivir la experiencia más fuerte y dolorosa de mi vida: La muerte de mi mamá. Resulta que después del verano mis padres me iban a dejar en el auto a Santiago para comenzar mi segundo año de estudios y mi papá volcó el auto a la salida de un tunel. El auto rodó varias vueltas y yo perdí el conocimiento. Cuando desperté estaba la ambulancia, helicópteros un bus detenido prestando ayuda y mi mamá tendida en el suelo, mi papá más allá. Mi mamá en ese momento la estaba viendo un médico y al lado mío constató su muerte. Fue como una pesadilla, de la cual quería despertar. A partir de esa tragedia, mi vida cambió. Entre en una profunda tristeza que después se transformó en depresión. Me comenzó a ir mal en la universidad y al final me tuve que retirar y volver a la casa de mi padre en Recreo Alto, al lado de Valparaíso.

Después de un año sin hacer nada, entré a estudiar nuevamente en la Universidad en Valparaíso Ingeniería Electrónica, carrera de la cual me titulé en 1985. De ahí me vine a Santiago y comencé a trabajar como Ingeniero en varias empresas. Tuve algunas relaciones y de una de ellas me tocó la experiencia de se papá de un hijo, Sebastián, que nació en 1987. Lamentablemente la relación con su mamá no duró mucho, pero igual mantuve y sigo manteniendo una relación estrecha con él. Este también fue un hecho importante que marcó mi vida.

En esta foto aparece mi padre con mi hijo y mi sobrino

Más adelante en 1990 me casé y me vine a vivir a Santiago, donde seguí trabajando en la empresa Telefónica de Chile. Sin embargo, este matrimonio no duró mucho, pues me casé pensando en tener hijos, pero mi esposa de entonces no quería, así que en 1995 me separé. De ese matrimonio no guardo gratos recuerdos, salvo los viajes, porque viajamos a muchas partes del mundo. El último de los viajes fue a la India, Nepal y Tailandia, lugares que despertaron mucho mi inquietud espiritual, por saber quien era ya para que estaba aquí. Por ende, ese mismo año que me separé me metí en un grupo, llamado Los Esenios, en el cual aprendí mucha información metafísica y espiritual, aparte de aprender a meditar y sanar por imposición de manos. Siguiendo estas mismas inquietudes espirituales, en 1995 también me hicieron la Carta Astral, la que me dejó con la boca abierta, porque una persona que no sabía nada de mí, me describió por completo como yo era, sentía y las experiencias que me había tocado vivir hasta entonces. Eso despertó mucho mi curiosidad por esta pseudociencia, asi que en 1997 me metí a estudiar astrología por 2 años con la misma persona que hizo mi carta astral. Y habiéndome recibido de astrólogo, me empezó a importar mucho más este mundo esotérico, que la ingeniería que ya la encontraba fastidiosa y aburrida. En este mismo camino me fui a hacer un taller chamánico a la sierra de Michoacán en México, sobre enseñanzas de los indios Jakis y Carlos Castaneda, adaptados a ejercicios de conexión con la naturaleza y los elementos del universo. En ese viaje conocí a mi actual señora, una chilena de nombre Sonia Zumelzu, una profesora de educación física y excelente bailarina, que también fue a lo mismo. Sin embargo, durante ese taller no pasó nada entre nosotros, pues cada uno estaba en su onda enfocado en su crecimiento. Después del taller nos fuimos con otra amiga y Sonia a pasar una semana a Ciudad de México y Playa del Carmen. Allí ya se comenzó a despertar mi interés en ella, aunque ella no me considerara, pues hay una diferencia de edad de casi 13 años entre nosotros. Solo a nuestro regreso a Chile, ella se dió cuenta de que yo también le interesaba y comenzamos a pololear. Eso fue el año 1999. Alcanzamos a pololear 8 meses y nos casamos en Octubre de ese año. Tuvimos una Luna de Miel maravillosa, en Italia, Marruecos y Egipto.

Mi señora Sonia y yo

Volviendo a nuestra vida en Santiago de Chile, yo seguí trabajando en Telefónica, hasta que el 2001 hubo un despido masivo y me despidieron. Entonces me junté con otro compañero y decidimos instalar el primer café esotérico de Santiago, un café en dnde se mezclaba los servicios de cafetería, fuente de soda, con la lectura de Tarot, Lectura de manos, Reiki, Numerología, Reflexología, etc. Fue una experiencia muy bonita, porque de un local totalmente abandonado, creamos algo muy hermoso, por su decoración y diseño. Un lugar acogedor con mucha madera y un subterráneo con paredes forradas en tela de cortinas, luz tenue y unas carpas estilo gitano, donde la gente bajaba a leerse el tarot o las manos. Hasta canales de televisión llegaron a filmar algunos programas allí. Sin embargo, la experiencia comercial no fue buena, ya que los costos fijos del local nos fueron consumiendo y necesitábamos mucha más clientela para que fuera rentable. Eso significó que me fuera endeudando cada vez más hasta tener que vender el depto. donde vivíamos el año 2004 y venderle mi parte del café a mi socio, que siguió un tiempo más. Me quedó un sabor amargo, por haber perdido tanto dinero y mis bienes, pero fue una experiencia que me sirvió para atrever a meterme en el mundo de los servicios esotéricos y comenzar a realizar Cartas Astrales y leer el Tarot a público.

Café Morgana

Con Sonia quisimos ser papás, pero el destino no lo quiso así. Al comienzo nos hicimos exámenes para ver nuestras posibilidades y había que seguir un tratamiento, pero lo dejamos a lo que Dios quisiera. Económicamente desde el 2004 en adelante, mis ingresos bajaron porque comencé a desarrollarme en forma independiente en las disciplinas esotéricas, pero siempre fue algo muy variable e inestable. Esa situación nos llevó a separarnos el 2007, ya que nos sentíamos estancados y ahogados. Yo me fui a vivir a una pensión y en el transcurso de ese año, aprendí una nueva técnica de meditación y expansión de la conciencia, llamado Sistema Isha. Eso produjo cambios inmediatos en mi estado de ánimo y en mi vibración energética. Después de un año practicando la técnica, fui al centro de Isha que está en Costa Azul, Uruguay, en donde se puede practicar más intensamente la técnica y se expande y crece mucho. A la vuelta, Sonia me llamó por un motivo en particular, asi que nos vimos nuevamente. Ella al verme con esta alta vibración energética, me sintió diferente y se volvió a reencantar conmigo (Yo nunca dejé de amarla). Así que el 2008 volvimos a vivir juntos. Ella también se entusiasmó con el aprendizaje de esta técnica, asi que ese año la aprendió con Isha, la creadora cuando vino a Chile a enseñarla.

Después estuvimos todos los veranos viajando al centro Isha en Uruguay a pasar nuestras vacaciones, en algunas ocasiones con mi suegra, que también aprendió. Eso hasta el 2011, en que con Sonia decidimos que para el 2012 nos iríamos por 6 meses a realizar un programa intensivo en el centro Isha, para crecer, expandir nuestra conciencia y amarnos más a nosotros mismos. Yo renuncié a mi trabajo de entonces, Sonia pidió permiso en el suyo, metimos todos nuestro muebles en una bodega y nos fuimos a Uruguay. Fue una experiencia increíble, en donde cada uno se encontró con sus propios fantasmas y miedos, para sanarlos, en donde hubo momentos dolorosos en que cada uno quería venirse y hasta separarnos nuevamente. Pero ya al final del proceso, comenzamos a sentir mucho amor hacia nosotros mismos y a sentir nuestra conciencia. Ese lugar de paz, dicha y amor, en que a uno nada le falta.

Centro Isha en Costa Azul Uruguay

Junto a Sonia e Isha cuando asumimos los compromisos del sistema

Con nuestro compañeros seismesinos

Al regreso a Chile en Julio del 2012, no teníamos donde llegar y una compañera del sistema Isha, nos ofreció su departamento. Allí vivimos hasta el 2014, cuando nos cambiamos al departamento donde estamos actualmente. Entretanto, yo me certifiqué como Coach Ontológico, pues durante mi estadía en los 6 meses y al regreso, el hecho de dirigir reuniones de apoyo a los estudiantes del sistema, me dí cuenta que mi camino era servir al otro dando mi conciencia. Así que ahora soy Astrólogo, Tarotista, Coach Ontológico y además Terapeuta de Biomagnetismo, de lo que me certifiqué este año con el creador de esta maravillosa técnica de sanación, el doctor Isaac Goiz . Otro acontecimiento importante, es que mi hijo me hizo abuelo el 2015, de una hermosa nieta, Julietta.

Julietta, mi nieta

Mi hijo Sebastián y Julietta

Bueno amigas y amigos Steemit, es mi vida en resumen. Espero les haya gustado.

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