DESPEJANDO EN EL CAMPO

Para las personas que todavía no han leído debo contarles que vivo en una ciudad que es como un valle es decir, se encuentra entre montañas y puedo llegar a muchos pueblitos o subir las montañas caminando, compartiendo con mis amigos o mi familia, tambien debo contarles que tengo una obsesión por los animales de granja, amo a todos los animales pero en especial las cabras, las vacas y los cerditos me causan mucha emoción.

En el blog anterior expliqué que estaba pasando por un problema muy feo de ansiedad y depresión por la perdida de mi abuela y mis padres decidieron darme un paseo por los pueblitos mas cercanos para que mi mente dejara de pensar tantas cosas y yo fuera feliz aunque sea por unas horas.

Cuando llegamos al sitio donde íbamos a estar por un rato, tuve un ataque de pánico por estar tan lejos de casa, pero mi mama me dijo que mas abajo había un becerrito es decir una vaca pero mas pequeña, ella sabe que mi conexión con los animales es muy grande así que me seque las lagrimas y fui a ver a la vaquita.

Todos sabemos que en Venezuela la situación es fatal y que no hay tanta prosperidad ni siquiera en los campos, cuando llegue y vi a la vaquita la cual mi padre apodó "solomo" entre en el lugar sin pedir permiso, el pequeño se asustó pero poco a poco fuimos tomando confianza, mientras mas me acercaba mas veía las condiciones en las que estaba, un poco flaco, lleno de garrapatas y con sarna en su piel, el comprendió que no le haría daño y se dejó acariciar por mi.

Este fue el resultado.

Nos dimos cuenta que tenia hambre y sed así que lo ayudamos!

Y el dió las gracias!