Una persona hace pocos días me hizo recordar un momento de mi infancia, pero no cualquier momento, sino el más feliz que tuve. Después me preguntó si esa emoción la podía sentir con la misma intensidad actualmente. Es evidente que los niños sienten con mayor intensidad las emociones. Pienso que a medida que crecemos vamos explorando y quemando etapas que nos hacen perder la sensibilidad, sin darnos cuenta vamos ahogando al niño que llevamos en el alma y alimentando con odio y rencores al ser que somos hoy en día.

Ante la interrogante que me llenó de nostalgia, porque vinieron a mi mente muchos recuerdos de mi infancia, tuve una clara respuesta. Aunque he vivido algunas experiencias y pasado por diferentes pruebas que se presentan en la vida, he luchado para que el niño que vive dentro de mi no muera.

Hace años conocí a quien actualmente es mi mejor amigo, su papá era DJ (disc-jockey), y uno de los programas que usaba para hacer música es FL studio. Con el FL fue que empecé a enamorarme de los programas usados para crear, en este caso sonidos o música. Hice algunas pistas musicales, después quise grabarle la voz pero no conocía de programas para eso. El papá de mi amigo hacía grabaciones con un programa que se llamaba Cool edit pro, hoy en día se llama Adobe Audition.

He tenido la dicha de estar rodeado de gente creativa desde que crecí, empezando por mis padres, ambos artistas natos. Con esas personas hice cantidades de tonterías. Un día decidimos empezarnos a grabar y editar un vídeo, como ya le había agarrado el gusto a la edición de audio, busqué un programa para editar vídeo. El primero con el que me encontré fue con Movie Maker, no voy a entrar en detalles de ese pasado oscuro, pero me cambié rápidamente a Sony Vegas.

Sin darme cuenta fui haciendo muchos vídeos hasta que llegué a participar en un festival de cine regional. Me vi en la necesidad de editar con otro programa que me permitiera manipular de otra forma mis vídeos, así que me cambié al editor de vídeo Adobe Premiere, el cual uso actualmente. Compré una cámara decente que me permite fotografiar y hacer vídeos, la Canon T3i, no me quejo, pero espero tener algún día para comprarme una cámara netamente de cine.

Intenté resumir quién soy, básicamente un niño creativo y soñador, que sueña cada día un mejor futuro, una Venezuela de oportunidades, con un país libre.