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Empecé a practicar béisbol desde temprana edad. Con apenas 3 años ya me sentía completamente atraído hacia esta disciplina, que con el pasar de los años se volvió en parte importante de mi vida. Crecí con la esperanza de algún día llegar a ser jugador profesional, y formar parte de la alineación de los Navegantes del Magallanes y de los Medias Rojas de Boston. Luego de unos años, me sentí atraído también por la música, y fue así como con influencia de mi mamá, me uní al Centro Académico Infantil de Montalbán. Estuve allí un tiempo, primero en coro, y cuando tuve la oportunidad de decidir qué instrumento tocaría, me fui por la viola. Me presenté en conciertos como 2 veces nada más, debido a que al subir de categoría, el tiempo no me alcanzaba. Tuve que elegir entre el béisbol y la música, y opté por mantenerme en el deporte, decisión de la que no me arrepiento. Actualmente sigo entrenando en mi universidad.

Además de querer ser beisbolista profesional, quise ser también veterinario, como muuuuchos otros cuando niños, debido a que siempre me han gustado los animales. En mi casa tuvimos primero peces, llegando a tener como 10. Luego tuvimos un par de pericos australianos que de alguna manera llegaron a nuestra casa. Lastimosamente éstos se escaparían al dejar la jaula abierta accidentalmente. Y luego, tuvimos nuestra primera perrita: Dominga.

Encontramos a Dominga una noche lluviosa de noviembre. Yo tendría como 6 años o incluso menos. Estábamos visitando a mi abuela y al llegar me pareció oír un chillido raro. Al voltear, encontré una bolita de pelos resguardándose de la lluvia en la esquina de una puerta. Al verla allí, mis papás la agarraron y la llevamos urgente a un veterinario, ya que también tenía diversas cortadas por los costados. En la consulta nos dijeron que a lo mucho tendría dos meses de edad. Decidimos quedarnos con ella, y fue así como convivió con nosotros durante casi 12 años, cuando luego de una operación debido a un quiste mamario, no logró recuperarse y falleció. Muchas veces, aún extrañamos sus locuras en la casa, principalmente porque los primeros días con nosotros destruyó varias canillas del baño, muebles, zapatos y otro poco de cosas jaja pero nunca dejamos, ni dejaremos de quererla.

Mi afición a la lectura comenzó con la saga de Harry Potter. Poco original, ¿no? El primero de la saga me lo regalaron a muy temprana edad, al punto que literalmente me comí la portada y contraportada del libro 😅 Pero luego le agarré el gustico a la lectura y me incursioné en el mundo de los libros, principalmente los de fantasía, magia y ese tipo de cosas. Si este es tu tipo de lectura, te recomiendo leer también “Los secretos del inmortal Nicolás Flamel”. Pero uno de los libros que más emociones ha causado en mí, es “Ben-Hur”, de Lewis Wallace. Altamente recomendado.

Además de la lectura también me encanta cocinar, pero me inclino más hacia los dulces. Durante todo un año fui quien les hacía las tortas de cumpleaños a mis familiares. Otra cosa que me gusta hacer, a pesar que no haga tan seguido como antes, es dibujar.

Actualmente, soy coordinador del Campamento La Escondida, campamento en el que trabajo desde hace 5 años, luego de ser campista como durante 4 años. El campamento es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida. He conocido gente maravillosa, he tenido la oportunidad de viajar en el interior del país, y me ha ayudado a formar mi carácter y actitud, porque si hay algo que aprendes en este campamento, es que las cosas no siempre salen como quieres, puedes ganar o puedes perder, puedes tener que improvisar alguna actividad o juego, puede que tengas que realizar alguna actividad bajo presión, y el campamento te enseña a lidiar con este tipo de situaciones de una manera divertida, y con gente bastante especial. Si tienen la oportunidad de pertenecer a un campamento, no lo duden e inténtenlo, porque además, le estarás brindando a un niño, a un campista, una semana llena de juegos y actividades que sin duda alguna, harán de sus vacaciones una experiencia inolvidable.

En la universidad, formo parte del Grupo de Apoyo Canino de la USB (GACUSB), agrupación que ha rescatado y dado en adopción a más de 80 perros y gatos. De allí adoptamos a los tres canes que forman parte de mi familia: Santi, Nicole y Hershey. Es una historia un tanto cómica la llegada de ellos a nuestra vida, pero se las contaré mejor en otro post.