¡Esta soy yo!

¡Hola a todos!

Recién me inicié en esta comunidad de Steemit y omití un paso: mi primer post de presentación. Pero no importa, aquí estoy.

Tengo por nombres y apellidos: Lenys Carolina Martínez Noguera. Nací el 31 de marzo de 1981 en el Hospital Miguel Pérez Carreño, conocido en los bajos fondos como “El Pescozón”. Y sí, soy caraqueñísima.

Foto por: Lenys Carolina Martínez Noguera

He sido afortunada en la vida, gracias a Dios, gracias a mis padres. Soy hija única, aunque muchas veces pedí un hermanito (a). Mi niñez transcurrió entre los pasillos del Centro Nacional de Rehabilitación (justo al frente del Pérez Carreño), en la planta baja de ese lugar quedaba el preescolar para los hijos de los trabajadores. También ocurrió de esa manera una vez promovida al primer grado de Educación Primaria.

Vivo en Caricuao, sector UD 7, específicamente en la urbanización Ruiz Pineda. Cuando digo que vivo en Caricuao, muchos expresan: “vives en otro planeta”, “hay que sacar pasaporte para ir hasta allá”, “eso es muy lejos”, comentarios que me causan mucha gracia la verdad, pero yo feliz de vivir en esta populosa parroquia. Eso sí, sin dejar de mencionar cada momento fabuloso en otra parroquia no menos amada: El Valle.

En El Valle, por allá en Los Jardines de la calle 17 bis, se levantó una casa que, al principio era un ranchito. Allí mis abuelos Carmen Antonia Quintana y Julio José Noguera formaron una familia con ocho muchachos: Eduardo José, Luisa Margarita, Félix Antonio, Carmen María, Dimas Enrique, Isabel Ramona, Jorge Luis y Julio César. Hoy en día, ya no están físicamente los abuelos ni tampoco Eduardo José, Félix Antonio y Dimas Enrique.

Ese ranchito fue creciendo hasta convertirse en la casa más bonita de la calle. La casa llevó por nombre “Mi Rancho”. Ahí viví los momentos más felices de mi vida junto a mis primos que, son mis hermanos. Reuniones familiares, vacaciones en casa de los abuelos mientras mamá y papá trabajaban, cumpleaños, inclusive hasta la boda por civil de una de mis primas queridas fue en esa casa, esa casa que nos vio a crecer a toda una primera y segunda generación, una casa en la que la abuela complacía a todos los nietos: “a fulano le gusta esto y fulanita esto”, “si no le gusta no se lo coma”, “si quiere más, pida más”. Abuelos consentidores que les encantaban tener a todos los hijos y nietos en esa gran casa, ese gran hogar.

Foto: Fuente

Cursé los dos primeros años de bachillerato en un liceo privado. Pero mis padres no pudieron seguir costeándolo y decidimos (porque yo di la idea) de terminar mis estudios en El Valle. Y se logró. Estudié el resto de mi bachillerato junto a una de mis primas amadas –hoy también mi comadre-. Una vez bachilleres, nos inscribimos en un instituto universitario y también nos graduamos juntas.

Mi abuelo Julio José partió de este mundo el 15 de mayo de 1993 y mi abuela Carmen Antonia el 21 de diciembre de 1995. Cuatro años más tarde, los hermanos Noguera decidieron que había llegado la hora de vender a “Mi Rancho”. La venta se concretó en diciembre de 1999. No sé cuántos días lloré inconsolablemente porque sentía que se iría una parte de mi vida. Pero todo pasa. La unión familiar creció y además nacieron nuevos integrantes.

Después de lograr mi título como Técnico Superior Universitario en Gerencia Financiera, comencé en mi primer empleo: Fui la teleoperadora 6603 del Banco de Venezuela. Ahí estuve casi tres años. Me fui por una mejor oferta laboral como analista de seguros en Mapfre La Seguridad y posteriormente decidí ponerle inicio a mi sueño de adolescencia: ¡Estudiar Comunicación Social! Siempre me ha gustado leer, escribir y me encantan las noticias y mucho más las entrevistas.

Empecé la carrera el 7 de octubre de 2006 en la Universidad Santa María. Cinco años y medio después la culminé con mucho sacrificio y privaciones que conlleva pagar una universidad. También conté con la ayuda de mis padres, como siempre.

El miércoles 29 de mayo de 2013 fue uno de los días más felices de mi vida: ¡Recibí mi título como Licenciada en Comunicación Social! En el siguiente año me inscribí en la Universidad Monteávila para sacar un postgrado y finalmente el 31 de julio de 2015 obtuve mi tercer título universitario, esta vez como Especialista en Periodismo Digital.

Foto: Lenys Martínez

Foto: Lenys Martínez

Ese año, el 2015, fue muy duro para mí, puesto que el 26 de mayo falleció mi papá. Un dolor difícil de explicar. Solo quien haya perdido mamá o papá, sabe muy bien el trago amargo que se siente. Sin embargo, yo sé que desde donde él está, me cuida y protege.

Foto: Lenys Martínez

¿Qué más puedo decir? Bueno, empecé a ejercer mi carrera como Periodista Institucional en la maravillosa institución Fe y Alegría desde el 19 de mayo de 2010. Aquí he aprendido muchísimo y he conocido a personas extraordinarias que me han permitido crecer tanto humana como profesionalmente.

¿Algo más de mí? he sido accidentada en el tema de relaciones de pareja, desastrosa diría yo jajajaja. Pero aquí estoy, feliz de la vida, disfrutando de lo que hago y si aparece ese hombre ideal, mi corazón está listo para compartirlo otra vez.

En este espacio compartiré muchas cosas: vivencias diarias, crónicas caraqueñas, recuerdos y hasta temas de farándula, una de las fuentes que me apasiona desde pequeña.

Foto: Lenys Martínez

¡Seguimos!