Suecia es el país del mundo que está a la vanguardia en cuanto a la eliminación del efectivo. Muchos de los bancos suecos ya no admiten ni ofrecen dinero en efectivo, por ello, muchos comercios se han reconvertido para ofrecer transacciones sin dinero en metálico.
Dinamarca es otro de estos casos. A partir de enero del 2016, los pequeños comercios podrán, si quieren, no aceptar el efectivo de sus clientes, obligándolos a pagar con tarjeta o mediante el teléfono móvil.
Noruega, Finlandia e Islandia son otros países escandinavos que están avanzando hacia un futuro sin efectivo. En Copenhague y Estocolmo, por ejemplo, las máquinas expendedoras de tarjetas de metro y bus oligan a pagar electrónicamente.
Pero hay otros países que rehuyen de abandonar el efectivo, como es el caso de Alemania o España, donde la mayor parte de las compras se realizan usando calderilla y papel moneda. Otro caso interesante es el de Kenia, donde 26 millones de personas tienen un monedero digital en su teléfono móvil y existen cajeros humanos: personas a las cuales les ingresas dinero en su cuenta a través del móvil y te lo dan en efectivo, llevándose una comisión por el servicio.
Así que miremos más allá de intereses particulares y veamos qué ventajas e inconvenientes traería el fin del dinero en efectivo:
Ventajas
A banqueros y haciendas se les debe de estar cayendo la baba al ver estos avances. Y es que hay sectores a los que beneficia más estas tecnologías y otros sectores a los cuales les viene bastante mal. Los bancos han sido los primeros interesados en desarrollar aplicaciones para facilitar estos métodos de pago.
Las principales ventajas son obvias: facilidad en los pagos si las aplicaciones son útiles, rápidas y cómodas.
Otro detalle a tener el cuenta es el ahorro que se produciría dejando de imprimir monedas y billetes. Dinamarca asegura que se ahorrarán 14'3 millones de euros de aquí a 2020.
También están intentando vender la ilusión de que ganaremos en seguridad, pero es lógico que veremos un auge en el desarrollo de los métodos de hacking. Pero vamos, que a los ladrones se lo vamos a poner muy fácil si en cualquier lugar puedes acceder a tu cuenta, ya no hará falta ir hasta el cajero a punta de navaja. No me creo que esto sea un avance en seguridad.
Inconvenientes
El primero que muchos se plantean es que los sectores menos favorecidos de las sociedad tendrían problemas para implementar estas formas de pago, como vendedores ambulantes y otros sectores de la economía que no reciben altos ingresos. Esto podría generar multitud de mercados paralelos con otras monedas sociales o criptomonedas.
La siguiente desventaja es que las estructuras centralizadas (bancos, Estados...) tendrían la capacidad de rastrear todo el dinero que se mueve, lo que supondría un gran ataque a la privacidad y a los defraudadores fiscales (que buscarían nuevas formas de burlar a las instituciones). Además, si llegáramos a un futuro sin efectivo, los bancos tendrían el poder de seleccionar quien compra y quien vende con un sólo clic. Tenemos el ejemplo de EEUU que ya obligo a Visa, MasterCard y PayPal a bloquear las cuentas de Wikileaks o el bloqueo bancario que mantienen a Korea del Norte a través de las tarjetas de crédito.
Un tercer problema son las comisiones que actualmente se pagan por utilizar estos servicios, lo que encarecen las transacciones, por lo que tendrían que desaparecer para ser utilizados masivamente en los comercios.
En cualquier caso, veremos cómo evoluciona esta tendencia en los próximos años...