Irlanda es un país reconocido en los últimos años por tener una política de impuestos muy baja para las (grandes) empresas. Justo esta semana Irlanda y Apple le han ganado a Europa una batalla y Apple no tendrá que devolver 13 mil billones de euros a Irlanda.
Crear una empresa en Irlanda es muy rápido, fácil y barato. Una autónomo en España tiene que pagar unos 300€ al mes por poder emitir facturas, cuando en Irlanda esta cuota no existe, no hay que pagar nada.
El impuesto de sociedades en España es un 20-25% cuando en Irlanda es de un 12.5%. De nuevo, una gran ventaja fiscal para los que quieren crear su empresa. Es cierto que tienes que vivir en Irlanda para poder pagar esos impuestos, aunque hay algunos trucos sencillos para no tener que residir en la isla y beneficiarte.
Pero quiero indicar que no es así para los empleados. Como trabajador, se pagan unos impuestos parecidos a los de otros países europeos.
Muchos ven a Irlanda con un paraíso fiscal, pero no les gusta esta definición. Lo cierto es que Europa tiene que legislar la tributación para que sea similar en todos los países miembro o la distancia entre ellos será cada vez mayor.