¿No sufrir los desprecios de un prójimo y sufriríais las sus chilladas de un tirano?

Cristo con un Religioso , al cual se le apareció en la oracion con la Cruz acuestas , pero tan brumado , que hizo el ademan de dar con su peso en tierra ; entonces el religioso acudió pronto a ayudarle pero Cristo con enfado lo echó de sí , diciendo : Anda allá , no puedes llevar la cruz de tu estado , y quieres llevar la mía ?
O a cuantos , que especulativamente piensan que hacen , y paz cederían por Cristo , si tuvieran ocasión , les res pondera con el mismo desdén : Andad allá , no tener pacienc

ia para instruir à vuestros hijos y familia , y quiero darme a entender la tendríais .. para padecer hogueras y cadahalsos ?
¿No sufrir los desprecios de un prójimo y sufriríais las sus chilladas de un tirano? Estos son unos deseos, que cuestan poco, y nada, y valen lo que cuestan. Los deseos, que en el Divino contraste se abre cian como obras, son los que deja de cumplir el hombre porque no puede; pero en prendas de lo que desea con eficacia, pone lo que puede , y conduce para la ejecución . No hizo Abraham el sacrificio de su hijo, y Dios lo trató, y lo premió como á cosa hecha , porque lo que faltó , no faltó por él , , y añadió al deseo todo lo que pendía de él , y conduce para la obra . De donde se sigue, que para que el Padre de familia logre el mérito , y premio , que dije de reformador del Mundo no basta que lo desee.