Enamorado de mi ex esposa
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Enamorado de mi ex esposa es una novela romántico, los protagonistas son Sonia Reyes y Tobías Furtado, puedes leer esta novela en línea en la página web de Joyread Español.
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Enamorado de mi ex esposa - Capítulo 8
Mientras tanto, en la residencia Furtado, Jorgelina le ordenaba a su empleada doméstica que borrara cualquier rastro relacionado con Sonia: las sábanas en las que había dormido, las zapatillas que se había puesto, los delantales que había usado e incluso los platos y palillos chinos que había utilizado.
—¿Qué haces? —preguntó Tobías con el ceño fruncido cuando regresó.
Jorgelina resopló por lo bajo.
—¿Por qué deberíamos conservar las pertenencias de esa mujer? Con Tina es con quien te casarás en el futuro. —Puso los ojos en blanco mientras hablaba y se acercó presurosa—. Tobías, ¿no te has divorciado ya de ella? Recuerda que todo el dinero que tienes es producto de tu propio esfuerzo. ¡Ni se te ocurra darle un céntimo!
—No quiere nada —replicó con ligereza.
Desde luego, la mujer no se lo creyó.
—¡Eso es imposible! ¿Cómo podría no querer nada? No tiene dinero, así que ¿por qué no iba a intentar hacerse de una fortuna contigo? Si no, ¿de dónde sacará el dinero para ocuparse de su mantenido?
Al pensar en la relación de Sonia con el modelo, la cabeza de Tobías comenzó a palpitar con fuerza. Como no quería seguir soportando a su madre, le indicó a Teo que le mostrara el acuerdo de divorcio.
Al llegar al piso superior, observó que Tania estaba sentada frente a la ventana mientras leía un libro. Ella levantó la cabeza y le sonrió con dulzura.
—Has regresado.
Ante su sonrisa reconfortante, la ira que había en su corazón se desvaneció lentamente.
—¿Te sientes mejor?
—Estoy bien. Estaba aburrida en la habitación, así que busqué un libro para entretenerme. —Dejó con cuidado el libro sobre la mesita de noche, se levantó y rodeó la cintura del joven por detrás—. Tobías, ¿te arrepientes de haberte divorciado de ella?
La voz de Tobías era baja.
—No, no la quiero. Además, ella me engañó primero. —Las comisuras de la boca de Tania se curvaron un poco. El joven se volvió y la abrazó—. Dejemos de hablar de ella. Lo más importante ahora es tu salud. El señor García celebrará un banquete en tu honor el mes que viene, por lo que tienes que recuperarte pronto.
Tania parpadeó y sonrió al tiempo que respondía:
—Lo sé. —Nada más marcharse Tobías, marcó el número del ama de llaves de los García.
—Señorita, ¿qué puedo hacer por usted?
—Dile a mi padre que Sonia me atropelló con su auto. Ya sabes qué decir, ¿verdad?
—Sí, señorita.
Tras cortar el teléfono, la joven giró la cabeza para mirar el cactus que estaba junto a la ventana, y las comisuras de sus labios se curvaron despacio en una sonrisa.
Tobías volvió a la compañía y llamó a Teo a su despacho.
—¿Cómo marcha el Corazón del Océano que te pedí que encargaras?
—Señor, llegaron noticias de Italia; dicen que se entregará por vía aérea en una semana —respondió Teo con respeto.
El colgante Corazón del Océano era una pieza famosa de un diseñador de renombre internacional, K. Solo existía un ejemplar en el país, y era muy valioso. Teo sabía que su jefe había desembolsado una suma importante para adquirirlo y que planeaba utilizarlo para proponerle matrimonio a Tania en el banquete familiar de los García.
Eso le hizo recordar a Teo a la mujer de Tobías, que llevaba seis años con él. Ni una sola vez le había hecho un regalo a ella, mucho menos collares costosos, ni siquiera flores. Una vez, la joven se presentó en la compañía para visitarlo y llevarle el almuerzo, pero él la ahuyentó con una mueca de desagrado. A partir de ese momento, se convirtió en el hazmerreír de toda la compañía, puesto que todos los empleados se dieron cuenta de que el propio esposo no la tomaba en serio y, las pocas veces que acudió luego de ese incidente, la rechazaron directamente en la recepción.
Teo suspiró. Su jefe trataba a su exmujer muy por debajo de la delicadeza con la que trataba a Taina. Ante la respuesta de Teo, Tobías se limitó a contestar con desdén, sin pronunciarse. Después, bajó la cabeza para seguir revisando los archivos que tenía delante. Justo en ese momento, recibió una llamada telefónica. Cuando echó un vistazo a la pantalla y vio que se trataba de un amigo, atendió enseguida.
—¿Qué sucede?
La voz de un joven frívolo se escuchó al otro lado de la línea.
—Tobías, mira los últimos titulares en Internet.
Tobías no sabía qué pretendía su amigo con eso, de modo que desbloqueó su teléfono y le echó un vistazo con desgana. En un instante, sus ojos se fijaron en un artículo.
Era una foto bastante íntima de Sonia con aquel modelo. Él tenía la cabeza agachada, mientras que ella inclinaba la suya hacia arriba. El ángulo de la foto hacía parecer que se estaban besando. Acompañaba a la imagen un llamativo titular en rojo: «¡Noticias de última hora! ¡El presidente Furtado se ve obligado a divorciarse mientras un popular modelo ocupa su lugar con éxito!».
......
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