Disculpa si mis primeros posts son un poco fuertes, cuando escribís con el corazón sangrando no podés pintar las cosas de rosa.. aunque en el escrito que te voy a compartir ahora, 5 años más tarde te cuento que me estaba conteniendo bastante. No quería mandar a Dios a la mierda entonces me escudé detrás de él.. pero la verdad es que estaba enojada. Detalles sobre el caso no te puedo dar, porque determiné que seguir investigando no iba a darme frutos dulces, así que por ahora te cuento que desaparecí de su entorno. En ese momento sólo esperaba que cayera un rayo y partiera a la comisaría de Caballito y a todas las lacras de la ciudad...
Justicia [14/05/13]
Si hay algo de lo que estoy segura es que yo soy hija de Dios, y los que me lastimen se las van a ver con Él…
Después hay cosas que no sé muy bien, o no me corresponde a mí entenderlas. No sé si era el momento, si su destino final iba a ser ese, si lo que planeamos juntos se podría haber realizado, si podría haber zafado, si se equivocaron de persona, si yo tendría que haberlo cuidado o no haberlo alentado a trabajar en esas horas, y si etc, etc.
Como humana que soy, quiero ver justicia, la divina y la terrenal. La realidad es esta: alguien lo mató. Alguien fue al lugar y le pegó. Quién fue, no lo se, pero hay gente que lo sabe y que calla. A mí siempre me interesó la criminalística, hechos policiales y cosas por el estilo. Cuando fui a hablar con el Sub Comisario M…, de la comisaria de Caballito, me sentí como el detective Conan. Fui con mi amiga, futura abogada, a verificar que se estuvieran moviendo o haciendo algo. Este señor nos recibió en su despacho, enorme, con cortinas pesadas y una biblioteca de pared a pared, lleno de madera oscura barnizada, muebles finísimos, sillas labradas y con respaldo de terciopelo, el noticiero de C5N en un lcd de 40″ frente al gran escritorio, iluminado con esa tipica lámpara verde de abogados. Sobre el escritorio había un par de libros, y frente al subcomisario, una carpeta llena de papeles y fotos. Cuando se sentó frente nuestro lo primero que hizo fue levantar las cejas y disponer las manos para arriba como un “no sé nada”, y nos invitó a hacerle preguntas. La conversación que tuvimos a partir de ese momento fue la más estúpida que tuve en toda mi vida. Cuando pasan los años uno habla mucho y sobre varias cosas, pero esa fue la peor. Creo que ahora me puedo aguantar el insulto o denigración que venga de la persona menos esperada. Al final lo despedimos humildemente, con mirada desafiante y simple Gracias.
Más allá de lo que yo pueda saber o enterarme, como dije al principio, de algo estoy segura. Segura de que este señor M, sus oficiales, los vecinos de p chacabuco, dealers, vigilantes, AMIGOS del barrio, almaceneros, etc. Todos los que sepan, callen y mientan, por mas que alguno de estos sea cercano a nosotros, serán condenados.
TODOS.
A Dios no se le escapa nadie ni nada.