La hermosa mata de mango - Reflexión

No todo es ojo por ojo ni diente por diente.

Iba caminando por la calle y vi una mata de mango, muy hermosa y esbelta, mostrando sus lindas hojas al aire con actitud de paz y tranquilidad. En otra oportunidad, la vi ya con flores; bellas y pequeñas como mostrando a la vida su sencillez.

Y ellas; flores y hojas a su tiempo con el aire jugaban en armonía esperando la llegada de la fruta con mucha alegría.
La mata de mango la vi sola, si, la vi sola varios días.

Y por fin vino el fruto para el provecho de todos. Muy lindas hojas y frutos, pero también golpes fuertes.
Todos le caían a pedradas y a palos, fuese niño o adulto, todos tenían que ver con la hermosa mata de mango.
Ella sufría y lloraba por el dolor de ver sus hojas y frutos ser arrancados sin compasión alguna.

De sus ramas quebradas salían lágrimas de savia por el inmenso dolor, pero era el amor.
Porque ya no estaba sola ¡Eran los palazos y pedradas su dura compañía!...

Pues sí, así la vi.

A la mata de mango que le tiran piedras es aquella que siempre da frutos, a la que tiene los mangos listos para degustar. A las otras, a las que no dan nada de nada, a la que no “da mangos”, ni la ven, ni le hacen caso, la ignoran. La gente ni sabe de qué es esa mata, siempre la confunde con cualquier árbol.

Por sus frutos la conocen…

Las personas que quieres hacer algo por otros, los que desean dar amor, los que desean dar frutos y batallar para convertir este mundo en algo mucho más bello y justo, deben estar muy dispuestos a recibir esas “pedradas”, a que los critiquen, a que sean incomprendidos y… “Los claven en la cruz”.

La mata de mango no le devuelve el mal que le hemos hecho, nunca. Ella sigue dándonos frutos. Y mientras nosotros le lanzamos piedras y palos cuando tiene frutos, ella no da mangos, y si, algunos pegan duro pero es un alimento bien nutritivo, y más en estos tiempos de crisis que vivimos actualmente.

La persona que ama, siempre devuelve bien por el mal que le hacen. El Ama a sus enemigos, también los bendice y batalla por el bien de todos. Cuando nosotros criticamos y perseguimos al hombre justo, él nos dará un mensaje de amor y una palabra de aliento que caerá como una bendición a nuestras vidas, y aunque a veces esas palabras sean duras, nos alimentaran el alma.

Por Héctor Villarroel…

Luchemos juntos por la justicia aunque seamos perseguidos, criticados o aun golpeados… Todo eso tiene su recompensa