LA LEYENDA DEL SILBON

EL SILBON. Es un personaje de leyenda del cual tenemos muchísimas historias, en su mayoría contadas en los llanos venezolanos, cada persona al contarla lo hace de distintas maneras.
Esta es una de las historias que he me han contado y que aseguran mis paisanos llaneros que es cierta, y me aseguran haber oído al silbon.
En un humilde hogar ubicado en uno de los campos venezolanos, vivía una joven pareja, también vivían allí el padre y el abuelo del joven. Se dice que el padre del joven se enamoro de la esposa y que estaba obsesionado con ella, al extremo de que al ver que la joven no le prestaba atención, le decía a su hijo que ella lo engañaba y que la había visto con otros hombres, el esposo no creía las mentiras de su padre, amaba y confiaba plenamente en su joven y bella esposa.
Un día como cualquiera, se prepararon para irse a las jornadas diarias en el campo el joven, su padre y abuelo, mientras la joven esposa se quedaba en casa a realizar las labores de limpieza y preparar la comida para el regreso de su esposo y su familia. Mientras realizaban las labores del campo, el padre del joven le dijo que debía ir a su casa y que regresaría pronto, efectivamente no tardo una hora en llegar.
Cuando los hombres llegaron a su casa, el joven comenzó a llamar a su esposa ya que no había salido a recibirlo, cuando entro al cuarto la encontró muerta, había sido estrangulada, el joven no dudo ni un segundo y busco a su padre, le pregunto porque lo había hecho, a lo que este respondió que se lo merecía y que era una mujerzuela, la rabia del joven fue tal que asesino a su padre y lo destripo.
Cuando el abuelo vio toda esa tragedia, mando atar a su nieto a un poste en el medio del campo, allí le dieron latigazos hasta destruirle totalmente la espalda, luego lo liberaron y se lo dieron a dos hambrientos y rabiosos perros, antes de liberarlo el abuelo lo maldijo y condeno a portar los huesos de su padre por toda la eternidad.
Desde ese momento comenzó a oírse por las noches un silbido, dicen que es semejante a las notas musicales do, re, mi,fa, sol, la si, en ese mismo orden, subiendo el tono hasta fa y luego baja hasta la nota si.
Se dice que las personas que oyen este silbido están condenados y que la único que puede salvarlo es el ladrido de un perro.
Cuando comenzó a oírse por todos lados que el silbo estaba rondando los campos, muchos hombres que salían de noche a tomar o buscar mujeres preferían no hacerlo, sobre todo si sus mujeres los amenazaban de que les saldría el silbo, otros sin embargo hacían caso omiso y se arriesgaban a salir, muchos de ellos llegaron a sus casas gritando, hayyyyyyyyyy, me salio el silbon.

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