Después de un divorcio a los 40 años de edad ...¿Qué hace la divorciada?

Todos los que hemos pasado por un divorcio, sabemos lo difícil que es sobrellevar el hecho como tal. Si vemos en profundidad de qué trata un divorcio, pues lo entenderemos como un fracaso, un "hasta aquí", o un "ya no más"...y quizá qué tantos puntos finales se le puedan dar a esa sociedad conyugal y que dará paso a otra etapa que no siempre es fácil de comprender. Ahora bien, más allá de lo incómodo que se vuelve el tema de la partición de bienes, patria potestad de los hijos, entre otros, se viene lo pesado de poder cargar las consecuencias emocionales que la ruptura conlleva a todos los involucrados.
En mi caso, tuve la fortuna de no procrear hijos con mi ex esposo. Y digo fortuna, por la sencilla razón de que pienso que los hijos son quienes más sufren la pena de la ruptura conyugal, ellos siempre quieren ver a papá y a mamá juntos, en la misma casa. Pero ellos jamás entenderán las verdaderas razones de esa fatalidad y lo padecerán sobremanera. A veces pienso que si hubiéramos tenido hijos, la separación definitiva no habría tenido lugar y aún seguiríamos juntos. Aunque, también pienso que ese "amor" que creí que sentía por él jamás existió y tarde o temprano, con hijos o sin ellos, igual me hubiera divorciado.
No es fácil para una mujer entrando a los 40, divorciarse. Millones de preguntas pasan por la mente...una de las más comunes es: ¿Y ahora...qué voy a hacer yo sola? La soledad no era una opción cuando uno decide contraer nupcias, es como si esa palabra no existiera en el vocabulario de la ilusionada por casarse o recién casada, pensar en esa palabra es como pensar en el demonio mismo; ¡uno no quiere ni verlo! Entonces, ¿Qué pasa cuando al divorciarse lo ven frente a frente? La respuesta es sencilla; se espanta y niega su presencia a como de lugar. Y es ahí cuando empieza la búsqueda desesperada de poner la atención en otras cosas que no sea en la soledad que se ha instalado en la casa. ---Bueno, estoy explicando el caso de las divorciadas sin hijos, porque ya todos sabemos que cuando hay niños, la soledad como que no entra, y, se queda mirando por la ventana hasta que los chicos se van de la casa y forman su propio hogar. Volviendo a la búsqueda desesperada, la recién divorciada emprende nuevos proyectos y caminos, para desviar la atención de su desgracia, pero lo hace un tiempo después, no inmediatamente a la ruptura, y debo decir que sale al ruedo luego de pasar más de dos meses llorando en la cama recordando su vida pasada feliz y no tan así. (Este fue mi caso).
Uno de los dilemas que tuve fue, el de si era necesario encontrar una nueva pareja, o seguir bien sola hasta que me hiciera solo arrugas, pero decidí que era hora de encontrar un compañero que llenara por completo todas mis expectativas en todos los sentidos. Le diré que no fue fácil, después de ser "carne fresca" para depredador de cualquier edad, tuve que, por así decirlo, entrar al mundo de la investigación y rastreo, para saber si la persona a quien recién conocía era lo que decía y aparentaba ser. Les contaré que en varias ocasiones, no lo eran. Así que de nuevo la decepción y la soledad se instalaba una vez más en mi vida.
Pero...¿Qué hace una recién divorciada cuarentona después del divorcio? ¿Se la pasa buscando una nueva pareja? Pues no, no se trata solo de eso, sencillamente trata de seguir viviendo con lo que tiene, seguir hacia adelante y aprovecha al máximo todo lo que la vida le ofrece (trabajo nuevo, amistades nuevas, buen sexo, pareja nueva... y muchas cosas más). La cuarentona solo quiere volver a sentir y ve desde otra perspectiva, lo que es vivir. Supongo que las que tienen hijos comparten lo mismo, puesto que el tenerlos no las aleja de su esencia femenina. La cuarentona solo busca paz, realización, afirmación, y, aunque no es nada fácil lograr todo ello, no baja la guardia y sigue el camino que se ha trazado: ¡SER FELIZ DESPUÉS DEL DIVORCIO!